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¿Cambios en el mapa político del Medio Oriente?

26 de agosto de 2016

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El desarrollo de una activa coordinación militar en la lucha antiterrorista por parte de los gobiernos de Siria, Irak, Rusia e Irán va produciendo sus efectos no solo en el terreno propiamente bélico contra el llamado Estado Islámico y otros grupos vinculados al genocidio contra la población civil en este vasto territorio mesoriental -convertido en trágico cementerio de inocentes-, sino que avanza hacia una alianza que pudiera tener claras connotaciones políticas, según opinan observadores y analistas que toman en cuenta los últimos acontecimientos.

La recién anunciada utilización de la base aérea iraní de Hamadan por los bombarderos rusos a lo largo alcance que golpean con efectividad al Estado Islámico en sus bases y líneas de suministros es un hecho militar pero, por supuesto, lleno de significación estratégica y política.

Frente a los magros resultados de Estado Unidos y sus socios de la OTAN en el accionar de la “coalición internacional” organizada por Washington, aparentemente llena de dudas y contradicciones, los logros militares de Rusia y el ejército sirio contra las bandas terroristas dentro del territorio de este país árabe llaman poderosamente la atención y consolidan la autoridad del legítimo gobierno sirio de Bachar Al-Asad.

Por otra parte, las consecuencias del fallido golpe de estado contra el gobierno del presidente Erdogan en Turquía no se han hecho esperar y de acuerdo con las apreciaciones más recientes hay un evidente realineamiento turco en el conflicto, lo que mueve a Ankara hacia posiciones más racionales y objetivas, en aras del interés nacional.

Las acusaciones de Erdogan contra Estados Unidos, al que señala como inspirador o al menos encubridor del fallido golpe de estado que tuvo su origen principal en la base aérea Incirclik (sede de la misión y los efectivos militares estadounidenses en Turquía, incluidas armas nucleares) marcan un importante elemento que pudiera influir en futuros desarrollos.

No es un secreto el decisivo papel jugado por Turquía en la agresión contra Siria y su apoyo de todo tipo a los grupos terroristas del vecino país, que ahora comienzan a ver con preocupación los probables nuevos rumbos de la política del gobierno turco, contra el que lanzan no solo amenazas sino acciones terroristas.

El hecho cierto es que, visto en su conjunto, los acontecimientos antes señalados -de continuar su curso-, pudieran dirigirse a la conformación de nuevos escenarios impensables en años anteriores y que ya causan la alarma del gobierno imperialistas de Estados Unidos.

Estos cambios en el mapa político del Medio Oriente seguramente afectarán y pondrían en peligro los planes de hegemonía y dominación elaborados por Washington.

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