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Cambio de «palo para rumba»

7 de agosto de 2020

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Vuelve el «para adelante y para atrás». Hace una semana Donald Trump calificó el voto electoral por correo como «el mayor fraude» y esta semana estimula a que en el estado de la Florida se use esa forma de votación, calificándola de «excelente».

Loco no está, y es lo primero que debemos tener en cuenta para sacar la conclusión de que se trata una vez más de un juego político y mediático para favorecer al «Trump reflexivo», —que para nada lo es—, y capaz de «rectificar» cuando se equivoca, que tampoco es una cualidad del mandatario.

Incluso, con el mismo cinismo que ahora acepta el voto por correo en ese estado clave en su ambición de reelegirse, arremetió contra las autoridades del estado de Nevada, que la víspera adoptaron una nueva ley del voto por correo para ese territorio.

Hay que tener en cuenta que ya los demócratas tienen empadronados a 1,9 millones de votantes en la Florida, mientras Trump solo ha alcanzado 1,3 millones. Y es esa diferencia la que tuvo en cuenta el mandatario para el cambio de «palo para rumba» en su afán de convertirse en el gran vencedor, algo bastante inseguro cuando faltan menos de tres meses para las elecciones del 3 de noviembre próximo.

Ahora resulta que, según tuiteó Trump, «el voto por correo en Florida es seguro, probado y preciso».

Pero no nos perdamos lo que agregó el magnate presidente: «Se ha saneado el sistema de votación de Florida, derrotamos los intentos demócratas de cambiarlo (gran mentira pues fue Trump quien no admitía el voto por correo hasta hace tres días), por eso exhorto a todos a pedir una boleta y votar por correo».

¡Qué horror! Lo que hay que ver, leer u oir…

Y, en este gran concierto de mentiras, hasta la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, se «fue con la de trapo» y negó que el presidente hubiera cambiado de opinión.

En este «estira y encoje» pre electoral, el gobernador demócrata, en Nevada, Steve Sisolak promulgó esta misma semana la ley del voto por correo, a lo que Trump le salió de inmediato, calificando esa acción como «un golpe nocturno ilegal» y en el propio Tuitt, acusó a Sisolak de «aprovechar la pandemia» para asegurarse de una votación favorable a su partido.

De noticias como estas estaremos saturados en los próximos días, semanas y meses hasta que llegue la jornada de conteo de boletas del 3 de noviembre.

Trump seguirá «pataleando» por saberse cuestionado en toda su conducta durante los largos meses de la pandemia y, lejos de buscar fórmulas creíbles en su accionar como mandatario, se ha dedicado a culpar a otros por sus ineficiencias que han conducido a la presente situación caótica del país.

Ahora concentra su artillería en el «voto por correo» y como no parece convencer ni a sus seguidores de que en este aspecto es una batalla perdida la que libra, cambia su accionar, al menos mediático, como lo hace respecto a Florida, un bastión que él bien sabe muy importante en sus aspiraciones.

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