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Cambio de jefe en plaza sitiada

18 de enero de 2021

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Como si todavía fuese poca la inundación mediática por lo que ocurre en estos días en Estados Unidos o más bien en el Congreso y la Casa Blanca, símbolos del poder y vitrina de una democracia cuestionada, se hizo viral un video donde se observa cómo un grupo de operarios descargan varios palets con cajas vacías en una de las entradas de la Casa Blanca.
Entre los muchos comentarios colgados en la red, se pueden leer: ¡Qué bella vista! ¡Está sucediendo! Todo con la imaginación de que lo que allí ocurre tiene que ver ¡al fin! con la inminente salida del todavía presidente Donald Trump, de la Casa Blanca. Según el diario Página 12, la mayoría de los usuarios festejaron la imagen del camión de mudanza como «símbolo de fin de un ciclo».
La noche del «asalto al Capitolio» por parte de seguidores de Trump, que fueron instados por el presidente para revertir el resultado electoral que le daba la victoria a Joe Biden, un amigo médico me comentaba telefónicamente que «a Trump se le fue la mano».
Soy de los que pienso que, si es que no lo previó de la forma en que ocurrió, el magnate-presidente, sin dudas, puede sentirse al menos satisfecho de que, aunque el día 20 tendrá necesariamente que abandonar la presidencia, lo hará convencido de que ha logrado exaltar su ego fundamentalista, que sigue convertido en centro de atención para mal o para bien, y que mantiene en vilo a su país y al mundo, por lo que pueda decidir o hacer durante los días y horas que le quedan en la Casa Blanca.
Hoy la realidad supera las expectativas. Nadie podría imaginarse una «toma del Capitolio» por unos 26 000 militares fuertemente armados, para intervenir, no ante ataques terroristas foráneos, sino por posibles nuevas embestidas de elementos extremistas, que se declaran seguidores de Donald Trump.
De igual forma, el acceso al centro de la ciudad está cortado para el transporte y la zona está patrullada por tropas de la Guardia Nacional.

Imágenes de militares pernoctando o descansando en el suelo del recinto, cercas de alambres de púa que pretenden evitar el paso de personas interesadas e instigadas a «ponerle la situación muy difícil a Biden», constituyen el elemento noticioso que hasta supera la atención de lo que ocurre dentro del Congreso, donde se realiza el impeachment o juicio político contra Donald Trump.
En este escenario, el ensayo para la investidura del demócrata, programada para el domingo 17 de enero, se pospuso para este lunes 18, debido a preocupaciones de seguridad, según informó el portal estadounidense Politico.
En fin, el cambio de jefe en la Casa Blanca se hará en medio de un clima de «plaza sitiada», sorprendente pero real, tratándose de los Estados Unidos.

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