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Cambio de casaca

18 de marzo de 2019

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Muchos son los calificativos que he oído sobre los cambios drásticos dentro de la política ecuatoriana. O lo que es más convincente, el desmontaje que se hace por el presidente actual, Lenin Moreno, del programa de gobierno que encausó su sucesor Rafael Correa, en años en que Moreno fue su vicepresidente.
Demasiado rápido el giro político, principalmente en lo relacionado con los programas sociales y con la participación de Quito en las instituciones concebidas para lograr la integración en la región.
Este fin de semana leí una entrevista con el ex presidente, Rafael Correa, publicada por Hispantv, donde advierte sobre un «Plan Cóndor 2» que se pone en práctica para someter a los países de América Latina.
Tras calificar de «estafa» el abandono del mecanismo Unasur, por parte de Lenin Moreno, el ex mandatario recuerda que en el caso del actual presidente de Ecuador, el plan presentado para las elecciones de 2017 «claramente» incluía «apoyar la integración latinoamericana, apoyar la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y apoyar Unasur».
En otro momento del diálogo, Rafael Correa considera que el retiro de Unasur «merecería la revocatorio de Moreno», a quien calificó como «un hombre sin convicciones», «vasallo de Washington» por lo que apoya todo lo que crea es contra Venezuela, incluido socavar Unasur.
Correa recuerda que entre 2008 y 2014 o 2015 Unasur trabajó «muy bien» con Gobiernos de distintas tendencias. «Hoy con esta avalancha reaccionaria, con este nuevo ‘Plan Cóndor dos’ ya no se respeta nada, no hay límites ni escrúpulos. Se rompe la democracia, se rompe el orden constitucional, se rompen los derechos humanos», dijo en la citada entrevista.
El exmandatario compara el momento actual de América Latina con la década de 1970, cuando «tenían que impedir a toda cosa los avances de los Gobiernos progresistas y no dudaron en apoyar las dictaduras militares más sangrientas», y apunta que si ahora no se hace eso es «porque no lo necesitan, tienen los mismos resultados con su prensa».
Por su parte, el diario argentino Página 12, se refiere a la decisión del actual mandatario ecuatoriano de abandonar Unasur, organismo de integración sudamericana creado en 2008, y a que el actual gobierno de Colombia, es el segundo en optar por el abandono de ese mecanismo de integración regional.
La publicación se hace eco del «viraje frenético» de Lenín Moreno en Ecuador, que lo llevó a «abrazar al Fondo Monetario Internacional, a reconocer y recibir al autoproclamado presidente venezolano Juan Guaidó, y a ser un abanderado del fin de Unasur».
Recuerda Página 12 que precisamente es en Ecuador donde está la sede de Unasur, sitio donde fue instalado un monumento del fallecido Néstor Kirchner, líder integracionista que mucho hizo no solo por su país, Argentina, sino en el fomento de la unión entre los pueblos de la región. Ahora Moreno ha decidido desmontar ese monumento de un fundador de la unidad.
La vida está demostrando que no dejan de tener razón quienes advierten sobre un «cambio de casaca» en el actual mandatario ecuatoriano, presto a incorporarse al grupo de quienes se alinean con Washington en su gran plan de convertir a América Latina en el patio trasero de los Estados Unidos.

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