ribbon

“Bumerán” petrolero

10 de febrero de 2015

|

La guerra económica lanzada por Estados Unidos para hacer caer los precios del petróleo ha perjudicado indudablemente a países exportadores del carburante nada amigos al Imperio como Rusia, Venezuela e Irán, pero se está convirtiendo en un “bumerán” que lesiona los intereses de importantes corporaciones norteamericanas y lleva al cierre a las más pequeñas, con el consiguiente aumento del desempleo.
Ello me recuerda el afán de lucro de numerosas empresas estadounidenses que decidieron cerrar sus fábricas en su país y trasladarlas a otras naciones donde la fuerza de trabajo era más barata, lo cual dejó a decenas de miles de obreros norteamericanos desempleados.
Ahora el barato aunque perjudicial para el medioambiente sistema de extracción denominado fracking se intensificó de tal forma en Estados Unidos y Canadá que fue el principal detonante de la bajada de los precios, pero ya ha provocado el cierre de plantas y plataformas petrolíferas
En los últimos seis meses, el precio del petróleo se ha reducido a la mitad, obligando a las petroleras de todo el mundo a recortar sus presupuestos para este 2015.
US Steel suspendió operaciones en su plante de Ohio y despidió a 614 trabajadores que laboraban en la producción de tuberías para la exploración y perforación petrolífera, lo cual es un indicador de la baja rentabilidad del negocio.
El número de plataformas petroleras que están perforando en Estados Unidos disminuyó en 94 la semana pasada, el mayor descenso desde 1987, retroceso que es una clara señal de la presión que ha ejercido el desplome de los precios del petróleo en los productores de crudo.
En la octava semana consecutiva a la baja, el número de plataformas petroleras cayó a 1 223, la cifra más baja desde el 2012, dijo la firma se servicios petroleros Baker Hughes Inc. en un informe seguido con atención.
Esto se produjo tras la caída en el número de plataformas de 49 la semana pasada, 55 hace dos semanas y 61 hace tres semanas, en momentos en que las firmas de energía reducen el gasto, postergan proyectos de perforación y ponen fin a contratos para ahorrar capital.
Los precios del petróleo en Estados Unidos han bajado casi un 60% desde junio, por debajo de 44 dólares por barril, debido a que la fuerte producción en EE.UU. y la débil demanda global alentaron un superávit de suministros, dejando pasmados a los productores de crudo en todo el país.
En Texas, el estado con la mayor cantidad de plataformas, el número de instalaciones cayó en 58, la mayor bajada semanal desde el 2000, según Baker Hughes, que informó que el total de plataformas en tierra en Texas bajó a 695, la menor cantidad desde el 2010.
La formación de esquisto que perdió la mayor cantidad de plataformas fue Permian en el oeste de Texas y Nuevo México, la más grande y de más rápido crecimiento del país.
Aunque no se dan cifras, se sabe que suman miles los despidos.
Una petrolera de alto nivel y de lamentable actuación medioambiental como la estadounidense Chevron, decidió detener indefinidamente su proyecto de perforación en el Ártico canadiense, el mayor que hasta ahora ha sido suspendido por la crisis de los precios en el mercado del petróleo, lo cual, según el ente, causa
“incertidumbre económica en la industria”.
Se trata de EL 481, uno de los dos proyectos de Chevron en el Mar de Beaufort. La empresa tenía expectativas muy altas sobre estas explotaciones, por lo cual adquirió licencias por alrededor de 90 millones de dólares.
Según la agencia noticiosa británica Reuters, las petroleras del Reino Unido están cercanas al colapso, por la ausencia de inversiones y la caída drástica de los precios del barril, lo cual obliga a las empresas a despedir a sus empleados.
La industria petrolera de Reino Unido está atravesando una “crisis enorme” por la caída de los precios del crudo, afirmó el presidente de la Asociación británica de las petroleras independientes, Brindex y de la petrolea Premier Oil, Robin Allan, citado por British Broadcasting Corporation (BBC).
“Es casi imposible ganar dinero con estos precios”, dijo, explicando que casi ningún proyecto nuevo en el Mar del Norte es rentable, cuando un barril de petróleo se vende por menos de 60 dólares. Según el, las petroleras están despidiendo a empleados y cortando las inversiones para ahorrar dinero.
En el 2013 se registraron las inversiones petroleras más altas en años, pero debido a la crisis actual no habrá otras, mientras que las anteriores corren riesgo de perderse.
Por todo lo expuesto, es posible que dentro de algún tiempo todo vuelva a su nivel, debido a que los agredidos están estableciendo nuevas políticas de diversificación de exportaciones y los agresores constaten que la guerra económica que lanzaron se ha convertido en todo un “bumerán” petrolero.

Comentarios