ribbon

Bombas de racimo. Como en Vietnam

17 de julio de 2023

|

 

El fatídico anuncio del gobierno imperialista de Estados Unidos de que suministrará las llamadas “bombas de racimo”, “cluster” -utilizadas por las fuerzas agresoras yanquis en la guerra de Indochina (Vietnam. Laos y Cambodia) y cuyas consecuencias aún pagan esos pueblos-, al régimen ucraniano de Kiev, ha llenado de indignación y pavor a todos los gobiernos y pueblos amantes de la paz en el mundo, que son la mayoría absoluta de la humanidad.
De concretarse finalmente. la medida representará un paso irreparable e irracional hacia un eventual conflicto armado de proporciones mundiales, al colocar ese armamento brutal en manos de los gobernantes influidos por el fascismo que hoy detentan el poder en la desgraciada Ucrania, que de esta manera se ve colocada cada día más al borde de la destrucción y la muerte.
El Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia ha reaccionado inmediatamente ante la enloquecida amenaza yanqui si te tiene en cuenta, además, que fue un gobierno imperialista de Estados Unidos el que lanzó las dos bombas atómicas contra la población civil de Hiroshima y Nagazaki, no es en vano la preocupación que asalta al mundo hoy nuevamente ante la posibilidad de que el Imperio facilite y aliente una masacre de semejantes consecuencias.
El primer ministro de Cambodia, Hun Sen, país que fue bombardeado hace ya veinte años con semejantes artefactos por parte de la aviación militar estadounidense y aún sufre las secuelas de las miles de bombas arrojadas sobre su territorio, lanzó un dramático llamado al presidente ucraniano para que desista de tales pretensiones.
El aterrador recuerdo de las “bombas de racimo” se extiende no solo a Vietnam, donde siguen apareciendo víctimas e hijos de víctimas directas del genocidio entonces desatado por la agresión yanqui, sino también a Laos. Fueron tres los territorios indochinos que sufrieron la inmisericordia lluvia de las “bombas de racimo” que hoy el gobierno imperialista de Estados Unidos amenaza con reeditar en Europa, ya sea directamente o mediante sus socios.
Es oportuno señalar que tales artefactos de guerra y muerte resultan prohibidos mediante la legislación internacional, un convenio aprobado por Naciones Unidas que ni Estados Unidos ni Ucrania han ratificado.

Comentarios