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Bomba de tiempo

23 de julio de 2013

Por: Arsenio Rodríguez

En una verdadera bomba de tiempo, además activada, se ha convertido el desempleo juvenil para la Unión Europea, que evidentemente no tiene respuestas para encontrar solución a una realidad que pone en peligro a toda una generación.
Desde antes del inicio de la crisis económica que afecta al mundo entero, y en especial a Europa, las cifras no solo alarmaban por el crecimiento de los parados si no, y sobre todo, porque los más afectados eran y son los más jóvenes.
El desempleo juvenil creció en solo unos cuantos años del 15 al 23 por ciento y, según cifras actuales de la Oficina Europea de Estadísticas, indican que cerca de seis millones de jóvenes, entre 15 y 24 años se encuentran en paro.
La situación es especialmente dramática en España y Gracia, donde los jóvenes constituyen prácticamente la mitad de los desempleados. Algunos analistas consideran que son muchos más, si se tiene en cuenta a los estudiantes.
Recientemente fue convocada una cumbre de los líderes de la Unión Europea para tratar el tema en la capital alemana, con carácter de urgencia, aunque para muchos fue una maniobra electoral de la anfitriona del encuentro, la canciller federal Angela Merkel, ante la proximidad de los comicios de 2014.
En el cónclave se aprobó una cifra multimillonaria con el fin de enfrentar lo que calificaron de verdadero flagelo, aunque no se avizoran soluciones ni a corto ni a mediano plazo.
El debate provocó diversas reflexiones de especialistas sobre el tema, quienes coinciden que el desempleo afecta más a los jóvenes por diferentes razones, comunes en cada una de las naciones europeas.
Por ejemplo, comentan entre otras, que los jóvenes no están tan bien organizados sindicalmente y mayoritariamente cuentan con contratos temporales. A sus empleadores le resulta más fácil prescindir de ellos, que de los trabajadores más viejos, a quienes tendrían que pagar liquidaciones mayores.
El fenómeno se transforma además en menos ingresos fiscales para los Estados y, lógicamente, menos consumo. Al no trabajar no pueden pensar ni siquiera en formar familia y mucho menos en gastos como casas o autos.
Y los que es más dramático, el no pago al fisco pone en riesgo por falta de recursos el pago de las jubilaciones de las generaciones ya retiradas, lo que explica las medidas de choque dirigidas a rebajar lo que se paga a los pensionados.
El asunto, en cifras, según el presidente de la Confederación de Sindicatos Alemanes, Michael Sommer, ha creado una situación dramática; “en Grecia se supera el 60 por ciento, en España se va hacia ese porcentaje, en Italia supera el 40 y Francia se acerca al 30 por ciento”, precisó a la prensa
Para el sindicalista germano, los 6 mil millones de euros aprobados en la Cumbre con el fin de paliar la crisis de desempleo juvenil “son claramente insuficientes” al tiempo que calificó el encuentro como un “desfile para las galerías”.
Jóvenes de los países más afectados por el desempleo se hicieron presentes en la capital alemana durante la Cumbre para dar a conocer sus demandas. Entre sus principales consignas enarbolaron la de: “si fuéramos un banco, hace tiempo que nos habrías salvado”.
En fin, el mundo comienza el segundo semestre del año y los ya conocidos como parte de la generación del nini (ni trabajo, ni casa, ni auto, ni familia), seguirán sin trabajo y ni esperanza de conseguirlo, esperando por soluciones que, evidentemente, no verán a corto plazo.

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