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Bolivia y el Grupo de los 77 más China

11 de enero de 2014

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La llegada del Estado Plurinacional de Bolivia a la presidencia del Grupo de los 77 más China -la más importante y numerosa agrupación de los países en vías de desarrollo para impulsar la economía y el comercio-, ha sido posiblemente uno de los más trascendentales acontecimientos de la diplomacia y la política mundiales en las décadas recientes y dentro de ese propio grupo a partir de su fundación en 1964, integrado originalmente por las 77 naciones que le dieron nombre y hoy suman 133.

La elección de Bolivia -de la nueva Bolivia-, bajo el gobierno de la Revolución Cultural y Democrática encabezado por el líder cocalero indígena Evo Morales debe interpretarse, a nuestro juicio, como una muestra evidente de los cambios que se han producido en el mundo, y particularmente en América Latina y el Caribe.

Tal realidad que el imperialismo y sus socios tratan de evitar a toda costa -incluyendo las agresiones e intervenciones militares-, se pone en evidencia en este caso con la elección de Bolivia para dirigir en este período al citado grupo, de notoria influencia en el numeroso y heterogéneo mundo subdesarrollado que tiene, sin embargo, como denominador común la lucha de esos pueblos por salir de la pobreza., la insalubridad, la ignorancia y el atraso en todas sus formas.

En ese sentido, Bolivia se presenta sin dudas como un ejemplo de lo que puede hacerse cuando se enfrentan con decisión y sabiduría la dominación neocolonial y el saqueo de las transnacionales, revirtiendo en los programas sociales y en el desarrollo económico independiente los ingresos de un país rico en recursos naturales pero secularmente explotado hasta colocar a su población en niveles de miseria.

Para la gran mayoría de los quienes hoy integran el Grupo de los 77 más China, lo ocurrido en el país del Altiplano a partir de la Revolución Cultural y Democrática puede representar un mensaje y una aspiración, siempre teniendo en cuenta las tradiciones, particularidades, realidades y posibilidades de cada uno, pero sin perder de vista las verdades esenciales que en el caso boliviano han quedado de manifiesto.

Como ha proclamado reiteradamente Evo Morales -y acaba de reiterarlo en la sesión de Nueva York-, no podrá ser el capitalismo explotador en su actual variante neoliberal el camino a seguir por los países en vías de desarrollo pues -como se ha demostrado-, sólo conduce a condenar definitivamente a los que menos tienen.

Con la elección por aclamación del grupo latinoamericano y caribeño, de Bolivia como presidente durante este próximo período, seguramente muchos integrante4s del Grupo de los 77 tendrán oportunidad de conocer más de cerca y en detalle lo que ha sucedido en ese país andino a partir del año 2006, colocándolo en los primeros planos del desarrollo económico y social en Nuestra América, con justicia para todos, democracia participativa e independencia plena.

La sufrida hija de TupacKatari, Bolívar y Sucre vive momentos de auge y desarrollo sin precedentes.

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