Bien para los corruptos, mal para el pueblo
9 de agosto de 2019
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Si algo marcha bien en Colombia es la producción de drogas que se cotizan cada vez más alto en Estados Unidos y son enviadas ahora en mayor cantidad a Europa, con el fin de evitar entuertos en la frontera mexicano-estadounidense.
Por supuesto que los beneficiados en esta ilegalidad son los latifundistas productores, el narcotráfico y una aserie de funcionarios de todos los niveles que lucran con el mal.
Como este es, sin embargo, el sustento de muchos que no tenían donde caerse muertos –aunque en Colombiacualquier lugar es bueno para ello-, una parte de la población hambreada se beneficia con el cultivo, aunque recibe migajas.
Pero lo peor es el anquilosamiento de una conciencia que aún se muestra ajena a los centenares de muertes de activistassociales y ex miembros de lasFuerzasArmadasRevolucionaras de Colombia-Ejército del Pueblo, organización guerrillera que dejó las armas y se adhirió a un acuerdo de paz que no funciona, por el incumplimiento del anterior y actual gobierno.
No se puede esperar nada bueno, cuando prevalecen un deficiente, malintencionado y dudoso accionar de la justicia, un ejército bienarmado y entrenado en las bases militares norteamericanas y que protege a paramilitares, ejecutores del plan trazado por las inteligencias de Washington y Bogotá para asesinar metódicamente a todo lo que se oponga al neofascismo colombiano.
Pero a pesar de la entrada millonaria a las arcas de los corruptos, a nivel nacional no se marcha bien, porque el gobierno de Duque enfrenta un alto desempleo y un menor crecimiento económico.
El Banco de la República rebajó su previsión de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB), al ubicarlo este año en 1,8%, inferior a su proyección previa de 3%,
“Este pronóstico implica una expansión de la demanda interna similar a la del año pasado, unas exportaciones débiles y una demanda externa neta que restarán una vez más al PIB”, según un informe divulgado por esa institución, que también avizora la desaceleración del consumo interno.
El codirector del Banco de la República, José Antonio Ocampo, expresó que “hay un tema preocupante en materia de crecimiento económico y balanza de pagos. ¿Qué se puede hacer para reactivar las exportaciones? Para mí es un tema vital”.
Unido a ello, la tasa de desempleo subió en junio a 9,4% en Colombia, donde las mujeres y los jóvenes están entre los más afectados.
La población desocupada se ubicó en dos millones 357 000 personas, con un incremento de 95 000, concentrándose en el rango de edad de 25 a 54 años y una distribución mayor en las mujeres de ese mismo rango (104 000) que en los hombres (33 000).
El desempleo es un tema crítico, expresó la ministra de Trabajo, Alicia Arango, al apuntar que el 19% de los jóvenes no tiene trabajo.
Ello hace que muchos de estos jóvenes sean utilizados como carne de cañón por los cárteles del narcotráfico, aumentando la violencia en una nación en la que algunas voces ofíciale afirman que había disminuido.
Del primero de enero del 2016 al 20 de julio del 2019, asesinaron en Colombia a 738 líderes sociales y defensores de derechos humanos, señaló el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz.
Desde que se suscribió en noviembre del 2016 el Acuerdo de Paz entre el Estado y la exguerrilla (FARC-EP) hasta julio pasado, fueron ultimados 627, detalló.
En ese mismo periodo fueron asesinados 138 excombatientes en proceso de reincorporación y 36 de sus familiares.
La dirigencia de esa organización, devenida en partidopolítico, ha reiterado que, a pesar de las agresiones, sigue empeñada en el proceso de paz, pero, como siempre ocurre, el gobernó de Iván Duque ha hecho caso omiso de esa disposición, trata de engañar a funcionaros de Naciones Unidas y otras entidades internacionales, afirmando que también busca la pacificación del país, sinexplicar que para llegar a ella está dispuesta a asesinar a todo lo que considera un oponente.
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