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Asume Boric: retos ante el pinochetismo

11 de marzo de 2022

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Una derecha derrotada electoralmente, pero aún dueña de las principales rendas del país, enfrenta al flamante presidente de Chile, Gabriel Boric, quien asumió desde este viernes la presidencia de la nación considerada más desigual del continente.

El lujo preponderante de la oligarquía contrasta con los miles de chilenos que pasan hambre, están dentro de los límites de la pobreza y se ven obligados a dormir en las calles. Allí me dice un amigo cubano residente en una zona aristocrática de Santiago, familias encumbradas echan a los desperdicios la gran cantidad de comida sobrante en la nación del buen vino, maravillo marisco y magníficos cantantes.

Pero el Chile Lindo que el fallecido Lucho Gatica cantó sentimentalmente en una cueca aún está por venir, y a eso dice aspirar un mandatario al que le otorgan tintes de izquierda, que ganó ampliamente al multimillonario candidato de la derecha, apoyado en un programa de gobierno que contó con las sugerencias de miles de personas, agrupadas en la victoriosa Apruebo Dignidad.

Independientemente de los fuertes obstáculos que encontrara Boric en su camino, hay que reconocer que su triunfo fue el colofón de un inédito proceso de construcción y priorización programática basada en la participación ciudadana.

Mientras la mayoría de las campañas presidenciales encarga la elaboración de sus programas a un puñado de expertos y técnicos, Boric convocó a un proceso abierto, en el que pudieran participar miles de ciudadanos a lo largo y ancho de Chile tendiendo puentes hacia múltiples sectores de la sociedad con quienes no necesariamente tenían algún vínculo previo.

Expresó el hoy mandatario que si el gobierno de Apruebo Dignidad aspira a ser uno de cambio y transformación, la forma de construcción programática debía también estar a la altura de un proceso en el que formularon 13 250 propuestas.

El proceso participativo-programático se extendió hasta el domingo 24 de octubre, alcanzando una cifra histórica de participación de 33 728 personas.

Las categorías con más propuestas ciudadanas fueron: Educación Pública (15.5%), Salud Pública (11.4%), Reactivación Económica (10.4%), Derechos Humanos (10%) y Crisis Climática (8.8%).

Como resultado del proceso destacan entre las principales prioridades a nivel nacional un nuevo sistema de pensione, reformas al sistema de salud pública, educación como un derecho y medidas para afrontar la emergencia climática.

 

ANSIADA LIBERACIÓN

Por lo pronto Boric decidió la anulación de los procesos y la liberación de cientos de personas que en octubre del 2019 protagonizaron nutridas manifestaciones de protestas antigubernamentales.

El mandatario, empero, subrayó que las medidas que emprenderá su gobierno no pueden ser tomadas y ejecutadas rápidamente, que deben ser sopesadas poco a poco para su exitosa culminación.

Sabe que se enfrenta a los individuos más ricos de Chile y quizás de América Latina que controlan los más importantes medios para ocultar la verdad y divulgar la mentira; son dueños de los más importantes colegios, farmacéuticas, empresas; manejan la banca y las finanzas a su albedrío.

Sin embargo, no pudieron evitar la debacle electoral del pinochetismo que lideró Boric y su Apruebo Dignidad. La frase simbólica que se instaló en las protestas del 2019, de que no eran 30 pesos, sino 30 años de injusticias, se hizo realdad.

Golpizas, dejar a decenas de personas ciegas, asesinar a unos y hacer desaparecer a otros, con centenares, posiblemente miles, de personas en las cárceles sin que se les abra un expediente, no impidieron que la nueva generación de chilenos, unidos a otros que mantienen su perfil revolucionario, hayan votado por el cambio.

No importa que haya sido bajo la epidemia de la Covid-19 y la abstención recurrente en alejadas zonas geográficas, porque el resultado sería finalmente el mismo.

Como recordó en su momento el portal Cubasi, quién iba a pensar que la próxima alcaldesa de Santiago, la capital, sería una comunista.

Pero quizás lo más importante es que la inmensa mayoría de los 155 integrantes de la Convención Constitucional que redactará una nueva Carta Magna son personas independientes, progresistas e integrantes de organizaciones de franco matiz antipinochetista.

“Chile cambió y probablemente será un país distinto”, dijo dolorosamente a BBC Mundo Roberto Isikson, director de Caden, una empresa nada progresista de estudios de mercado y opinión pública chilena. Esperemos que sea así.

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