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Apoteosis de lo absurdo

21 de mayo de 2021

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El actual gobierno norteamericano siguió el camino del anterior con respecto a Rusia, al sancionar a 13 embarcaciones y tres empresas de la nación euroasiática por estar implicadas en la construcción del gasoducto Nord Stream 2, bajo el pretexto der que ello haría más dependiente a Europa del gas ruso, cuando en realidad es un acto de desesperación ante un hecho inevitable que sí dañara a la economía norteamericana.

La sanción contra los entes encargados de la construcción del gasoducto representa también un ataque directo contra uno de sus socios históricos fundamentales, como lo es Alemania, que lo calificó como una injerencia.

Rusia, a su vez, dijo que responderá en su momento a las sanciones de Estados Unidos, mientras Valentina Matvienko, la jefa del Senado ruso, calificó las sanciones de EE.UU. al Nord Stream 2 de “apoteosis de lo absurdo”, frase que tomamos como título.

La construcción del gasoducto está siendo realizada por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y Países Bajos, y pasa por aguas territoriales de Rusia, Finlandia, Dinamarca, Suecia y Alemania. Pero más que agachar la cabeza y seguir las órdenes, tal como está acostumbrado, EE.UU. se enteró que ya nadie le teme, ni está dispuesto a agachar la cabeza y dejarse pasar por encima. No más.

Por citar algunos ejemplos: después de esas amenazas, la canciller alemana, Ángela Merkel, declaró su rechazo a lo que calificó sanciones extraterritoriales de EE, UU. Mientras, la Oficina Federal de Navegación Marítima e Hidrografía de Alemania aprobó el tendido de la tubería para completar el Nord Stream 2 en un tramo de 16,5 kilómetros durante los meses de invierno.

Desde tierras del Tío Sam lanzaron un aviso a navegantes: las empresas que hayan vendido, arrendado o proporcionado embarcaciones para la instalación de tuberías a profundidades de 100 pies —o mayores— por debajo del nivel del mar para la construcción de Nord Stream 2 o del Turk Stream, debían garantizar que sus barcos cesarían ipso facto dichas actividades.

Para que quede constancia que los países y empresas europeas que participan del proyecto no están solos en esto, un portavoz de la Comisión Europea declaró: “En principio, la UE se opone a la imposición de sanciones contra las empresas de la UE que hacen negocios legales”.

En tanto, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, fue contundente: “¡Una nación con 22 billones de dólares de deuda pública prohíbe a otras, solventes, desarrollar el sector real de la economía! La ideología estadounidense de vivir a crédito ha sido incapaz de aguantar la competencia global, como evidencian regularmente las órdenes de arresto económicas del Departamento del Tesoro”. Dicho de otra forma, EEUU es un país endeudado que está empeñado a asfixiar a las naciones solventes.

Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, abrió los ojos a los socios de Washington: “Al castigar a los aliados más cercanos, que están resolviendo sus problemas económicos y de seguridad energética, a ningún país del mundo le quedarán dudas de que EE.UU. puede ponerle la zancadilla en cualquier momento”.

A su vez, el historiador y doctor en Sociología y Política Social Sergio Fernández Riquelme observó que “Estados Unidos, que ha intentado mantener su posición global en el mundo en base a invasiones militares, usando el músculo del Ejército”, desde la anterior presidencia de Donald Trump, “ha intentado que esa hegemonía se mantenga a nivel económico, ante la imposibilidad, por la opinión pública y la falta de recursos, de seguir con las famosas invasiones de las épocas de Clinton, Bush y Obama'”.

Ahora los halcones del establishment obligan a Biden a seguir tal línea. Falta por ver si puede continuarla.

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