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AMLO y la lucha contra la corrupción

2 de julio de 2018

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Vencida la tarea que se le tenía negada de acceder electoralmente a la Presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO, como se le llama) asume a sus 64 años el asalto y destrozo de la corrupción, indispensable para realizar el resto de su propósito de sacar a México de la condición de Estado fallido.

Los comicios de este domingo no estuvieron exentos de compra de votos por sus opositores, asaltos a colegios, robo de las urnas y de algún que otro tiroteo nada extraño en una campaña electoral en la que fueron asesinados133 de candidatos.

Pero al contrario de los dos anteriores comicios en los que no se respetaron los resultados favorables a AMLO, en esta ocasión hay que observar la inusitada actitud de los otros tres candidatos de reconocer la victoria de AMLO y hasta de apoyarlo en algunos de sus propósitos, como la del presidente Enrique Peña Nieto, quien felicitó a un contrario que obtuvo más votos que el resto de sus oponentes en unos comicios en los que acudió el 63% del electorado.

El desmadre, para decirlo a lo mexicano, existente en el país ya era, es, inaguantable, la pobreza alcanza a más del 60% de los habitantes, el asesinato y la desaparición forzosa son temas de todos los días y el robo a cualquier nivel es cada vez mayor.

Con tal panorama, resultó obsoleta la campaña del miedo contra AMLO, y hasta oponentes externos e internos reconocieron la necesidad de un gobierno que se hiciere respetar.

Para el mandatario entrante la lucha contra la corrupción es indispensable para acabar con la violencia, la impunidad y otros males, que tiene también el objetivo de dar trabajo y educación, principalmente a los jóvenes, y eliminar el caldo de cultivo del que se nutre el narcotráfico.

El empeño de AMLO ha dejado sin argumentos a aquellos que hacían ver que sus propuestas provocarían desequilibrios económicos, si ganaba las elecciones e incluso encontró apoyo entre numerosos empresarios e inversionistas que antes se le oponían.

 

Principales propuestas económicas

1.-Autonomía del Banco de México y equilibrios macroeconómicos. “No vamos nosotros a tener injerencia en las decisiones que tome el Banco de México”, dijo. Prometió que no aumentará el déficit, “al contrario, vamos a buscar que sea cero déficit. No gastar más de lo que se tenga de ingresos. Vamos a tener control en gasto para no endeudarnos. No va a seguir creciendo la deuda”, dijo.

2.- No habrá aumento de impuestos en términos reales. “No va a haber una reforma fiscal como la que perjudicó a todo el sector productivo del país. No va a aumentar el IVA, no va a aumentar el impuesto sobre la renta (ISR). Vamos a mantener en términos reales los mismos impuestos, las mismas contribuciones. No se van a crear impuestos nuevos”.

3.- Financiamiento del gasto público con el combate a la corrupción y el fin de los privilegios. “Vamos a terminar la corrupción, se va a acabar la corrupción. Y vamos a entregar esos fondos para desarrollo. Vamos a reducir el gasto corriente, que ha crecido muchísimo en los últimos gobiernos. Vamos a cortar el copete de privilegios que hay en el gobierno. Vamos a reducir el gasto corriente para aumentar la inversión pública, que se va a utilizar como capital semilla y se va a complementar con inversión privada, para impulsar proyectos productivos, crear empleos y así lograr que haya crecimiento económico en el país”.

4.- Suprimir fueros y privilegios. “Bajaremos los sueldos de los de arriba, empezando por el del Presidente de la República, y aumentaremos las percepciones de los de abajo. Maestros, enfermeras, médicos, policías, soldados y otros servidores públicos de los niveles salariales inferiores verán incrementados sus ingresos”, dijo.

5.- Descentralizar el Gobierno Federal. Para cumplir con este propósito, explicó, “habrá apoyos y facilidades para que los trabajadores al servicio del Estado puedan mudar su lugar de residencia”.

6.- Rescatar el campo y a sus pobladores. De acuerdo con López Obrador, los campesinos se encuentran en “el abandono y la pobreza”, por ello en su eventual gobierno dará prioridad a los pueblos indígenas. “Desde las comunidades, ejidos y pueblos se fomentará al sector agropecuario, pesquero y forestal”, dijo.

7.- Fijar precios de garantía para los productos agrícolas, producir fertilizantes, y distribuirlos a precios bajos. Promover la siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables. Otorgar créditos ganaderos a la palabra. “El propósito es que el país sea autosuficiente en maíz, frijol, arroz, trigo, sorgo, leche, carne de res y de cerdo, pollo, huevo y pescado. En pocas palabras, vamos a producir en México los alimentos que consumimos”, aseguró.

8.- Detener la caída de la producción de energéticos y derivados petroleros (petróleo, gas, gasolinas, diésel y petroquímicos). “Las seis refinerías existentes serán modernizadas y se emprenderá la construcción de dos más con el propósito de procesar en México todo el petróleo crudo y dejar de importar los 600 000 barriles diarios de gasolina que actualmente se compran con sobre precios en el extranjero”, dijo López Obrador. “Se impulsará un programa de rehabilitación de las hidroeléctricas y d las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y se iniciará un amplio programa de transición hacia energías renovables. Con el rescate del sector energético evitaremos aumentos de precios de gasolinas, gas, de energía eléctrica en perjuicio de los consumidores y de las empresas, como desgraciadamente ha venido ocurriendo”.

9.- El Estado desarrollará el poder económico y el fortalecimiento del mercado interno, no aumentarán los impuestos ni la deuda pública. “Con los ahorros derivados del combate a la corrupción y al suprimirse los gastos suntuarios, será posible financiar proyectos productivos y creación de empleos. El Estado asumirá su responsabilidad en la reconstrucción del país, con el apoyo efectivo federal e indiscriminado a los damnificados por los sismos. Esto incluye un amplio programa de vivienda, de obras y de servicios públicos”.

10.- Construir dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía para resolver el problema de la saturación en el actual aeropuerto de la Ciudad de México.

11.- Acceso a Internet en todo el territorio nacional; el acceso será gratuito en caminos, hospitales, escuelas, plazas públicas y edificios e instalaciones gubernamentales.

12.- Desarrollar un tren turístico-cultural en la zona maya que recorrerá la ruta Cancún-Tulum, Calakmul-Palenque.

13.- Crear una zona franca o libre a lo largo de los 3 180 kilómetros de frontera con Estados Unidos.

  1. -Poner en ejecución el programa integral de desarrollo en el Istmo de Tehuantepec. “Todas estas acciones se llevarán a cabo con previa consulta a los pobladores, con la participación de los sectores privado y social, respetando siempre los derechos colectivos, al patrimonio cultural de los pueblos y al medio ambiente”, dijo.

15.- Garantizar el derecho al estudio y al trabajo de los jóvenes mexicanos. “Todos los jóvenes que estén cursando el nivel medio superior tendrán una beca mensual y 300 000 universitarios de familias de escasos recursos económicos recibirán un apoyo de 2,400 pesos mensuales. También se contratará a dos millones 300 000 jóvenes a los que despectivamente algunos llaman ‘ninis’, y se les otorgará un sueldo como aprendices de 3 600 pesos mensuales. Estos jóvenes recibirán capacitación para el trabajo en talleres, en empresas, comercios y otras actividades productivas en campo y de la ciudad. El Estado no se olvidará de los jóvenes nunca más. Becarios sí, sicarios no”.

16.- Duplicar la pensión a los adultos mayores. “Es decir a 1 200 pesos mensuales, el equivalente a la mitad de un salario mínimo, como está establecido por ley en la Ciudad de México. Este apoyo será universal, lo recibirán jubilados del ISSSTE y del Seguro Social.  Todas las personas pobres con discapacidad tendrán derecho a una pensión”.

Perdone el lector – si ha llegado hasta aquí- el atrevimiento de haber reflejado lo más importante, aún en detalles, de las propuestas de AMLO, quien tiene el propósito de cumplirlo durante sus seis años de mandato. Para ello, subrayo, ha llamado a la cooperación hasta a sus enemigos más intensos, aunque deben estar libres –algo difícil– del estigma de la corrupción.

Pero el combate a este flagelo, como dijo, empieza por casa, con nombres y apellidos, sin que nadie pueda esgrimir el mal arma de la impunidad.

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