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Aliados poco confiables

4 de junio de 2021

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La noticia, que acaba de recorrer los principales medios de prensa europeos, tuvo como fuente esta vez a los alemanes que son precisamente partícipes y víctimas del espinoso asunto, ya salido a la luz pública en 2013 cuando el ex agente de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos, Edward Snowden, reveló que ese servicio yanqui realizó espionaje entre 2012 y 2014 contra la canciller alemana Angela Merkel.

Las nuevas informaciones añaden que el espionaje –consistente en escuchas telefónicas ilegales– se extendó al entonces ministro alemán de relaciones exteriores y actual presidente de esa República, Frank Walter Steinmeier, y a otros dirigentes gubernamentales de Suecia y Noruega.

Como se aprecia, todos estados miembros del pacto político-militar de la OTAN y, por lo mismo, socios y aliados del gobierno imperialista de Estados Unidos, al que se supone permanezcan unidos por vínculos y relaciones pactadas de cooperación e intercambio en terrenos susceptibles como los de inteligencia, seguridad y defensa.

Un nuevo elemento salido a la luz en esta ocasión es que el servicio de inteligencia de Dinamarca –otro aliado de la OTAN– cooperó con Washington en la sucia e ilegal labor contra sus supuestos socios y que el gobierno danés estaba al tanto de lo ocurrido.

Todo confirma las palabras de la canciller Angela Merkel en aquellos momentos, cuando calificó a Washington como “un aliado poco confiable”. Hay que decir que Merkel nunca ha visto con mucha confianza estas relaciones y sus roces con Washington han sido frecuentes.

Evidentemente, hay temas como la construcción del gasoducto ruso-alemán Nord Stream-2 que pueden ser de interés para el espionaje yanqui, empeñados como están en impedir la puesta en marcha de ese importante y estratégico proyecto económico de vital importancia para Alemania y para Europa.

En qué medida y hasta donde explotará esta bomba en el seno de la OTAN es poco predecible hasta el momento, aunque ya Alemania ha presentado protesta formal y pedido explicaciones a estos “aliados poco confiables”, que no respetan a nadie y se sienten por encima de la soberanía y la integridad de cualquier otra nación del mundo. Alemania, que los ha acompañado en algunas de estas aventuras, debería saberlo bien.

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