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Algo más que improvisaciones

30 de enero de 2017

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Solo tenemos que mirar un poco de televisión, fundamentalmente los noticieros de Telesur, para comprobar las imágenes, casi todas iguales, el nuevo mandatario norteamericano, Donald Trump, firmando órdenes presidenciales, todas hasta la fecha, con un gran rechazo en su propio país, en estados vecinos y el mundo.

Aunque lo parezca, no son improvisaciones que volarán al éter y pasarán al olvido. Todo lo contrario, de lo que se trata es de que el magnate inmobiliario va cumpliendo –aún con el rechazo universal– cada una de las promesas hechas durante su campaña por la asunción a la Casa Blanca.

Entonces es cuando cada compromiso se hace peligroso y cada iniciativa del presidente llega al momento justo de ponerse en práctica.

Uno de estos temas tiene que ver con el cambio climático y los acuerdos adoptados en la Cumbre de París el pasado año para bajar los niveles de emisión de gases de efecto invernadero y la financiación por los estados parte del proceso mismo al que el gobierno de Barack Obama se había comprometido a abonar la cantidad 500 millones de los 100 000 millones de dólares necesarios para esta tarea.

De igual forma está plasmado en el Acuerdo de París que Estados Unidos bajaría entre el 26 y el 28 por ciento la emisión de gases contaminantes antes del año 2025.

Según un despacho de la agencia IPS, entre las propuestas ambientales de Trump se destaca el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París, el desmantelamiento del Plan de Energía Limpia, que procura reducir las emisiones de gases invernadero del país y el desvío de miles de millones de dólares otorgados a programas climáticos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la industria local de combustibles fósiles.

La quema de carbón es la principal fuente de emisiones contaminantes en Estados Unidos y es responsable de numerosas enfermedades respiratorias, de muertes prematuras, así como de la contaminación y la destrucción de importantes recursos naturales.

Es decir, que si desde el año 2010 hasta hoy, casi una tercera parte de las centrales eléctricas a carbón de Estados Unidos, se fueron apagando gradualmente, el proyecto del nuevo mandatario da luz verde a los megaproyectos de infraestructura como los controvertidos oleoductos de Keystone XL y el de Dakota Access.

Este último, recuerda IPS, tiene unos 1 886 kilómetros de extensión, atravesando un territorio indígena cuyas aguas son contaminadas en sus fuentes.

El presidente Trump también anunció la decisión de retirar los fondos para investigación y cambio climático de la Administración de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). De hecho, Bob Walker, quien encabezará la transición para el nuevo gobierno, consideró que ese trabajo estaba demasiado “politizado”.

Por último, enfatiza IPS, Trump designó al escéptico en cuestiones climáticas Myron Ebell, quien urgió al Senado a rechazar el Acuerdo de París, para encabezar la transición en la Agencia de Protección Ambiental (EPA), una medida desalentadora para activistas locales.

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