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Abril en Portugal

9 de abril de 2013

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Sin dudas, a partir de ahora el mes de Abril será recordado por los portugueses más allá de la popular melodía que hace medio siglo interpretaban Los Chavales de España. Este mes de Abril en Portugal ha traído nuevas y más fatales noticias para la población, que se quedó con las ganas de festejar los acuerdos del Tribunal Constitucional, cuando parecían augurar un alivio en las draconianas “medidas de austeridad” dictadas por el gobierno de derecha encabezado por el primer ministro Pedro Passos Coelho. Ante la decisión prudente del Tribunal Constitucional, rechazando cuatro de las nueve medidas emitidas por el gobierno como recorte a los presupuestos de este año, el premier acudió presuroso y preocupado ante la televisión para anunciar nuevos reajustes con vistas a “contener el gasto público” , lo que en el lenguaje neoliberal significa brutales recortes a la seguridad social, la salud, la educación pública y otros beneficios laborales para los trabajadores. La misma película ha sido vista ya en otros escenarios europeos, por lo que en nada puede sorprender a los portugueses, vecinos de España, donde bajo la rectoría de otro gobierno de derecha se desarrolla una tragedia semejante. La decisión judicial, no obstante, mantiene la mayor alza de impuestos en la historia reciente del país luso, mientras los analistas señalan que los recortes rechazados pueden llegar a más de mil millones de euros, lo que ha sido tomado como pretexto por parte del gobierno para anunciar más recortes. Passos Coelho consideró que el país se encuentra en “emergencia nacional” y que deberá hacer todos los esfuerzos por cumplir sus compromisos con la troika maldita, o sea, Comisión Europea-Banco Central Europeo-FMI, añadiendo más austeridad a los 5 000 millones de euros que ya fueron recortados en el presupuesto de 2013. El gobierno portugués aspira a que los ministros de finanzas de la Eurozona, reunidos en Dublin la semana próxima, aprueben extender los vencimientos del primer rescate concedido por la UE a ese país, que en estos momentos se acerca peligrosamente a la necesidad de solicitar un segundo rescate que complicaría notablemente la situación. De este modo, el actual régimen luso acude a la vieja fórmula de apagar el fuego echándole gasolina, recurriendo una y otra vez a las recetas neoliberales que, en buena medida, fueron las culpables de la grave crisis de endeudamiento e insolvencia en que los países más vulnerables del sur europeo, -Portugal en primer plano,- cayeron precipitadamente. Por el momento, un eventual llamamiento a elecciones anticipadas sería la primera consecuencia política de esta nueva coyuntura de Abril en Portugal.

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