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A la espera del «juicio final»

7 de enero de 2021

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Un día y una noche de incertidumbre. También de muerte, barbarie, odio e ilegalidad. Miles de estadounidenses, seguidores de un pensamiento hegemónico y fascista, se lanzaron a la toma del Congreso. Rompieron cristales y puertas. Hubo disparos, cuatro muertos, algunos heridos y más de sesenta detenidos. Todo hasta que el incitador mayor, Donald Trump, llamó a los bárbaros a regresar a sus casas.
Todo ocurrió este seis de enero, mientras sesionaba el Congreso, bajo la dirección del vicepresidente del país, Mike Pence, para certificar los resultados electorales de cada estado de la Unión, en un acto formal pero necesario, para que se confirmara la victoria del demócrata Joe Biden y la derrota del republicano Donald Trump.
¿Qué vendrá ahora? Es la pregunta que todos nos hacemos, por cuanto el magnate presidente, en un Twitter de este jueves, desafiante aún, escribió: «Aunque no estoy para nada de acuerdo con los resultados de las elecciones y los hechos me dan la razón, habrá una transición ordenada el 20 de enero». «Pero la lucha acaba de empezar», enfatizó.
Tras la suspensión de las sesiones del Congreso el miércoles por la tarde, cuando la embestida fascista obligó a desocupar las salas y sacar a los parlamentarios por túneles secretos de la instalación, una vez vuelta la calma, se reinició la certificación de los votos y a las 3 y 41 de la madrugada ¡al fin! se confirmaba oficialmente la victoria de Biden tras obtener 306 votos electorales por 232 el republicano Trump.
Tan azarosa jornada en el Capitolio confirmó, una vez más, el mal estado de salud de la llamada democracia estadounidense, esa que se pretende usar como patrón universal de civilización y cordura.
Los hechos del seis de enero fueron continuidad y consecuencia de una convocatoria hecha por Trump a sus seguidores para que se dirigieran al Capitolio para detener una sesión conjunta de ambas cámaras donde se certificaría la victoria de Joe Biden.
Para no pocos investigadores en Estados Unidos, lo que estaba organizando el magnate republicano era un «intento de golpe de Estado».
La situación se ha hecho tan caótica y la actuación de Trump tan irresponsable, que no pocos consideran ha llegado la hora de aplicar un nuevo impeachment o juicio político contra el republicano, por haber violado las leyes federales.
El diario The New York Times, refleja este jueves 7 de enero que «Así termina la presidencia de Donald Trump, desde un inicio enraizada en el enojo, la polarización y la promoción de conspiraciones». Llega a su fin «con una turba violenta que irrumpió en el Capitolio, instigada por un líder derrotado que intenta aferrarse al poder».
«El espasmo en Washington coronó 1448 días de tormentas en Twitter, provocaciones, instigaciones racistas, quebrantamiento de normas, gobernanza de presentador vulgar y manipulación de la verdad del Despacho Oval que dejó al país más polarizado que en generaciones», enfatizó el citado diario.
No es casual que la congresista estadounidense Ilhan Omar, anunciara este jueves que está redactando artículos de juicio político contra Donald Trump, después de que una gran multitud de sus partidarios irrumpiera en el Capitolio cuando sus dos cámaras del Congreso se disponían a contar los votos electorales para ratificar oficialmente al demócrata Joe Biden como próximo presidente
Sería recomendable, en tal caso, que el «juicio final» contra Donald Trump no demore demasiado, por cuanto, tantas heridas abiertas por él y su política fundamentalista, tanto en su país como en el resto del mundo, requieren de una sanación oportuna y firme.
Esperamos que así ocurra.

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