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Amistad con nombres propios

7 de mayo de 2015

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Fidel había leído mucho sobre Lenin y la Revolución de Octubre que había triunfado en Rusia en 1917.
La lucha encabezada por el Comandante en Jefe en la Sierra Maestra, no podía abstraerse de aquellos acontecimientos en la lejana tierra rusa, que tanta heroicidad mostraron al mundo, con la enseñanza de que solo luchando se podía obtener el triunfo.
Todo ello llevó a que, una vez logrado el triunfo revolucionario de 1959 en Cuba, la dirección del país, que también conocía de la gran victoria soviética contra el fascismo en la II Guerra Mundial, encontrara razones más que suficientes para el acercamiento con la entonces Unión Soviética.
Tan temprano en el tiempo como en 1960, un 8 de mayo, ambos países restablecen sus relaciones diplomáticas, las que han caminado al ritmo de la historia en estos 55 años.
En la actualidad, y con el calificativo dado por los máximos dirigentes rusos de “relaciones estratégicas”, los vínculos se diversifican y fortalecen y la coincidencia en aspectos de la política internacional son expresión de responsabilidad y buen tino por ambos gobiernos.
En todos los encuentros de los más altos dirigentes de Cuba y Rusia se reconoce la amistad profunda entre los dos pueblos, que alimenta los vínculos en el seguro camino al porvenir.
Hoy esas relaciones avaladas por la historia, que sufrieron los avatares de la década del 90 y la desintegración de la URSS, han emprendido un amplio sendero que las consolida y las hace más sólidas e irreversibles.
Así se constato durante una visita a Rusia en el año 2009 del presidente cubano Raúl Castro, quien al hablar en el Gran Palacio del Kremlin de Moscú, calificó a Rusia como “un gran país al que nos unen históricas relaciones de amistad y respeto mutuo”.
“Es particularmente meritorio que nuestros vínculos económicos se consoliden y crezcan aun en medio de la crisis económica mundial. Por tanto, estoy convencido de que la colaboración cubano-rusa, que ha cobrado un nuevo dinamismo, continuará desarrollándose exitosamente”, aseguró el mandatario cubano.
De igual forma, recordó que “a lo largo de muchos años, los pueblos de la Unión Soviética, muy especialmente el noble pueblo ruso, nos brindaron una colaboración decisiva, que nos llegó invariablemente de forma desinteresada, modesta y respetuosa. Los cubanos nunca olvidaremos ese extraordinario gesto de hermandad”.
Ha querido la coincidencia histórica que en esta celebración de los primeros 55 años de relaciones entre Cuba y Rusia, el presidente cubano Raúl Castro, esté presente en Moscú y un día después, el 9 de mayo, pueda presenciar en la gran plaza moscovita, la revista militar y acto público por los 70 años de la Gran Guerra Patria.
Será una muestra más de que la amistad entre rusos y cubanos tiene nombres propios y seguirán siendo la base de unas relaciones que se actualizan, diversifican y fortalecen en bien de ambos pueblos.

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