2025: Año sin soluciones

10 de diciembre de 2025

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Gustavo Robreño

 

 

Se acercan los finales del presente año 2025 y los momentos postreros, como de costumbre, llaman a la realización de un balance, de los principales acontecimientos mundiales, tarea en la que se enfrascarán -según sus intereses y puntos de vista, -las numerosas publicaciones y los actualmente llamados “medios multimediales” que hoy rodean o más bien acosan al orbe mediante las tecnologías mas sofisticadas, tratando de “ganar el corazón y las mentes” de buena parte de la humanidad.

Al pretender el citado resumen anual o balance hay un hecho que salta a la vista y cuenta con presencia notoria desde sus inicios: es la numerosa cantidad de conflictos de todo tipo que siguen sin visible solución, más los que han estallado dentro de este período y otros que ya vienen asomando para mostrarse plenamente en un futuro cercano.

En el centro de todos los conflictos mundiales se muestra hoy mismo -con mayore evidencia que otras veces durante su bicentenaria existencia con ínfulas imperiales de dominación, hegemonía y saqueo planetario- el gobierno imperialista instalado en la Casa Blanca de Washington, que ha colocado en esa función a sus mecanismos disponibles de todo tipo con el fin de emerger prevaleciente y sin rival entre amigos y adversarios, sin importar de quién se trate.

Tal situación de entremezclamiento se hace notar hoy en cualquier “oscuro rincón del mundo” o en otros menos notorios, donde el afán imperial yanqui ha sido colocado fuera de su posición privilegiada y pugna por sostenerse a base de amenazas, agresiones, violaciones sin precedentes de la ley internacional y la maltratada y despreciada Carta de las Naciones Unidas, hoy víctima atroz de sangre inocente y destrucción material que aparentemente nadie ha sido hasta ahora capaz de impedir.

Como hemos señalado anteriormente en estas mismas páginas, solo el multilateralismo en medio de un mundo equilibrado y, por tanto, de destino compartido pudiera ser el comienzo de una nueva realidad que siga abriéndose paso y enfrente a la que pretende imponerse sin escrúpulos en los momentos finales de 2025.

Son cada vez más las potencias regionales o de buena fe y los agrupamientos integracionistas quienes buscan esa salida, que intentan impedir los emisarios del imperialismo y el neocolonialismo, unas veces acompañados en su malvado empeño y otras veces por separado, según responda mejor a su codicia.

Por tercer año consecutivo el punto culminante del genocidio llega en la llamada Franja de Gaza, y su víctima es el pueblo palestino en exterminio por parte de la entidad sionista ocupacionista israelí y sus protectores habituales.

Ni los más horribles recuerdos del bárbaro holocausto nazi sobre el pueblo judío resultan ya comparables con el genocidio actual del pueblo gazatí en menos de tres años y sin esperanzas de ser contenido, a pesar de los engañosos y orquestados “alto al fuego”, que los sionistas y sus cómplices reiteradamente incumplen tras haber efectuado una comedia sin límites y carente de toda legitimidad.

Así llega al final, en Gaza en particular y en el Medio Oriente en general -junto a otros “oscuros rincones”- un año sin soluciones.