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Primera interpretación fuera del ámbito de Bayreuth, de la ópera Parsifal, de Ricardo Wagner

29 de marzo de 2013

El 24 de diciembre, el de 1903, se interpretó la ópera Parsifal, de Wagner, por primera vez, fuera del ámbito del legendario teatro construido por el compositor en Bayreuth.
Tanto Parsifal, terminada por Wagner en 1882, o sea, dos años antes de su muerte, como Lohengrin, escrita en 1848, son óperas estrechamente relacionadas por su ambiente, su sonoridad y su argumento. Y es que, según las leyendas medievales, tanto Parsifal como su hijo Lohengrin eran caballeros del Santo Grial, pertenecientes también a la Tabla Redonda del legendario rey Arturo de Gales, que dedicaban sus vidas a la custodia del Grial, es decir, el vaso que según la tradición literaria medieval fue utilizado por Cristo en la última cena. No es raro, por lo tanto, que esos relatos de raíz religiosa hayan inspirado a Wagner partituras de intención extática y contemplativa.
En la búsqueda de esos objetivos, de naturaleza francamente extramusical y al margen de la realidad sonora, Wagner utilizó en estas obras temas de origen religioso, como el famoso Amén de Dresde; y realizó una orquestación llena de sutiles efectos tímbricos, a base de largos acordes, extensos ligados en la cuerda y gran transparencia en las líneas del tejido polifónico.
Y al evocar el aniversario 114 de la primera representación de la ópera Parsifal fuera del ámbito de Bayreuth, les informo que eso ocurrió en el Metropolitan Opera House, a cargo del director Alfred Hertz, en 1903, UN DIA COMO HOY.