Primera interpretación en Cuba del “Poema”, para violín y orquesta, de Ernest Chausson

29 de marzo de 2013

Un 21 de mayo, el de 1939, se interpretaba por primera vez en Cuba el “Poema”, para violín y orquesta, de Ernest Chausson, el compositor francés nacido en 1855 y fallecido a los 44 años de edad, a causa de un accidente ciclístico.

Chausson dejó en sus obras la expresión de una personalidad apasionada y melancólica. Su música despierta siempre en el oyente sentimientos de nostalgia y desolación. Claro que, en realidad, esa especie de angustia no fue privativa de Chausson, sino que fue compartida también por otros muchos artistas de las últimas décadas del siglo XIX, como muestra, quizás, de una sensibilidad decepcionada y enfermiza ante una realidad social poco propicia a las esperanzas y al optimismo estético. Y una de las obras que mejor ejemplifican esa rara cualidad desolada de la música de Chausson es su Poema para violín y orquesta, escrito en 1897, poco antes de su famosa Sinfonía en Si bemol.
El Poema de Chausson es de una profundidad subyugante, y toda la obra no es otra cosa que un largo discurso dominado por un melancólico lirismo que parece presagiar la próxima y sorpresiva muerte de su autor. Y desde el punto de vista estructural, el Poema es una especie de Rapsodia libre, con un trágico tema recurrente que reaparece en varias ocasiones, enfatizando cada vez más su carácter punzante y doloroso.
El famoso violinista belga Eugene Ysaye rindió homenaje a Chausson una semana después de su muerte, interpretando este hermoso Poema ante un auditorio intensamente conmovido.

Y en Cuba, el violinista Angel Reyes dio a conocer la obra en un concierto de la Orquesta Sinfónica de La Habana, dirigida en esa ocasión por su titular, el maestro Gonzalo Roig. Eso ocurrió en el Teatro Auditórium, hoy “Amadeo Roldán”, hace 69 años, UN DIA COMO HOY.