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Primera audición completa del “Himno de Bayamo”, convertido luego en Himno Nacional cubano

29 de marzo de 2013

El 20 de octubre, el de 1868, el pueblo de la ciudad de Bayamo, recién liberada del dominio colonial español, oyó y cantó por primera vez el himno patriótico que más tarde se convertiría en el Himno Nacional Cubano.
La música, conocida primero como “La bayamesa” y luego como “Himno de Bayamo”, se había escrito mucho antes ya que, según las crónicas, fue compuesta el 14 de agosto de 1867 por el abogado y patricio bayamés Perucho Figueredo.

La melodía de Figueredo, creada a instancias de Francisco Maceo Osorio, fue armonizada e instrumentada por el músico Manuel Muñoz Cedeño y así, la música del himno, pero sin letra todavía, fue pasando de boca en boca en los grupos de revolucionarios.
Incluso se tocó públicamente por la orquesta de Cedeño y luego en la fiesta parroquial del Corpus, como si se tratara de un himno religioso. Sólo los patriotas más comprometidos con la causa de la liberación cubana conocían el verdadero sentido de esa música, cuyo carácter simbólico de la guerra contra España se reveló públicamente después del grito de ¡LIBERTAD!, lanzado por Carlos Manuel de Céspedes en La Demajagua.
Y cuando las banderas de Céspedes ondeaban ya en la Plaza de Bayamo, el pueblo se reunió para recibir a los insurrectos y celebrar la victoria.
Cuenta “Canducha”, la hija de “Perucho” Figueredo, que en la plaza, su padre, con loco entusiasmo, cruzó la pierna sobre la silla de su caballo y escribió el texto del himno.
Desde ese momento, los cubanos empeñados en una guerra de liberación que tardaría aún muchos años para dar al traste con el poderío colonial español, cantaron el Himno de Bayamo como la expresión más genuina de su espíritu patriótico, rebelde e independentista.
Eso ocurrió en Bayamo, en 1868, UN DIA COMO HOY.