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Premier mundial de la Tercera Sinfonía en Re Mayor, de Chaikovsky

29 de marzo de 2013

Esta Tercera Sinfonía en RE Mayor es otra de las obras de ese tipo a las que Chaikovsky aplicó un subtítulo, en este caso “Sinfonía Polaca”. Eso se debe al hecho de que, a diferencia de sus predecesoras, la Sinfonía No. 3 carece de elementos populares rusos pues, en un claro interés en acercarse al occidente, Chaikovsky “vistió” su Sinfonía con ritmos y temas procedentes de Polonia, y de ahí el subtítulo de la obra.
En este punto es bueno recordar que Chaikovsky nunca se sintió ligado a la escuela nacionalista rusa de composición, representada por el grupo de “Los cinco”, y que, por el contrario, al compositor le irritaban los recursos técnicos de dicha escuela, en especial lo que él llamaba “asperezas del lenguaje de Mussorgski”. En consecuencia, Chaikovsky prefirió no romper con la tradición sinfónica de los países de Europa occidental, por lo que sus procesos, recursos y color están más vinculados al estilo de un Weber, Wagner o Berlioz. No obstante, eso no significa que Chaikovsky se mostrara reacio a introducir temas o motivos populares rusos en sus obras. Al contrario, los incluyó con frecuencia pero con un tratamiento técnico y sonoro de evidente influencia francesa o germánica.
Pero lo curioso de esta Sinfonía es que, si bien Chaikovsky no suena muy ruso al utilizar los materiales folclóricos de su país natal, tampoco suena muy polaco aunque emplee el aire y el ritmo de la polonesa.
Chaikovsky compuso su Tercera Sinfonía en el verano de 1875, por lo que la obra pertenece al período en el que el compositor creó su Primer Concierto para piano, el ballet El lago de los cisnes, la Fantasía orquestal “Francesca da Rimini” y las Variaciones rococó, para violoncello y orquesta. La obra fue estrenada en Moscú, bajo la dirección de Nicolás Rubinstein, hace 132 años, UN DIA COMO HOY.