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Premier mundial de la Obertura “El año de 1812”, de Chaikovsky

29 de marzo de 2013

En 1881, el compositor ruso Piotr Ilich Chaikovsky recibió el encargo de escribir una obra con destino a la Exposición del Arte y la Industria Rusas, que se celebraría en Moscú. El evento coincidiría con la inauguración de la Catedral del Redentor, dedicada a conmemorar el triunfo de los ejércitos rusos sobre las tropas napoleónicas, en 1812.

En realidad, se trataba de una reconstrucción de dicha Catedral, cuyo edificio había quedado en ruinas con motivo del incendio de Moscú durante la resistencia frente a los franceses.
Chaikovsky aprovechó la ocasión y compuso una partitura que intentaba reflejar la lucha entre rusos y franceses, así como la victoria de los primeros sobre los invasores, los cuales se retiraron derrotados. El compositor calificó la obra como Obertura, y le aplicó el alusivo título de “El año 1812”.
La idea inicial era que la Obertura se interpretara frente a la iglesia, por lo que algunos fragmentos de la obra fueron escritos para banda militar, sonido de cañones auténticos y el empleo de las campanas de la Catedral.
Sin embargo, el proyecto no pudo realizarse y la gran Obertura se estrenó en una sala de conciertos, sin la instrumentación adicional.
La Obertura solemne “El año de 1812”, que es el título completo de la obra, posee una fuerte intención descriptiva y plantea el enfrentamiento de ambos ejércitos, simbolizados por melodías características: los franceses por La marsellesa, y los rusos por un viejo himno, algunos temas de canciones populares, y el himno oficial zarista.
Y aunque en los círculos más eruditos se ha insistido mucho acerca de los escasos valores de la Obertura 1812, alegándose que dicha obra es pobre en invención temática y procesos elaborativos, y que está recargada de una aparatosidad efectista y superficial que en nada beneficia al contexto de la Obertura, el gran público continúa emocionándose con esta breve obra de Chaikovsky.
La conclusión de la Obertura es, realmente, solemne con sus clamantes fanfarrias militares, su jubilosa expresión de triunfo y el himno nacional ruso como culminación de la victoria sobre las tropas napoleónicas. Por ello, la audición de esta partitura sigue siendo uno de los momentos más espectaculares de toda la historia del arte orquestal.
La Obertura solemne “El año de 1812”, de Chaikovsky, se estrenó en Moscú, hace 125 años, UN DIA COMO HOY.