ribbon

Premier mundial completa de la suite orquestal del ballet Petrushka, de Igor Stravinsky

29 de marzo de 2013

Después del estreno del ballet “”El pájaro de fuego””, en 1910, el compositor ruso Igor Stravinsky comenzó su segundo gran trabajo para la Compañía de Sergio Diáguilev: el ballet “”Petrushka””. Se trata de una música escrita en plena juventud y que refleja el primer estilo de Stravinsky, caracterizado por un ejemplar equilibrio entre la gran tradición orquestal rusa y las primeras manifestaciones de un talento rebelde y artísticamente anticonformista.

Si bien en Petrushka aparecen temas de canciones y danzas populares rusas, esos materiales son tratados por el compositor con un énfasis rítmico, una audacia tímbrica y una plasticidad dramática no conocidos hasta entonces.
La partitura fue terminada en Roma, en mayo de 1911, mientras que el estreno del ballet tuvo lugar en París en junio de ese año con coreografía de Mijaíl Fokin y las actuaciones de Vaslav Nijinsky, en el personaje titular; Tamara Karsávina, en el rol de la muñeca y Alexander Orlov como el moro. El libreto, del propio Stravinsky y Alexander Benois, recoge un antiguo relato ruso acerca de un títere de feria llamado Petrushka, al que acompañan en el retablo una bailarina y un moro.
La música de Petrushka es una de las mejores partituras orquestales de Stravinsky, y ella sola hubiera bastado para que el compositor ruso fuera reconocido como una de las más grandes mentalidades musicales de todos los tiempos. Por otra parte, los indiscutibles valores de la música escrita por Stravinsky para el ballet Petrushka, la han hecho saltar del foso del teatro a la sala de concierto en versiones realizadas por el propio compositor.
Y, precisamente, hoy estamos conmemorando el nonagésimo cuarto aniversario de la primera audición completa de una de esas versiones, en este caso la de 1914, ocasión en que la orquesta estuvo dirigida por el legendario Pierre Monteux con Alfredo Casella tocando la difícil parte de piano de este ballet. Eso ocurrió en París, en 1914, UN DIA COMO HOY.