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Premier de la ópera Los payasos, de Ruggiero Leoncavallo

29 de marzo de 2013

De la amplia producción operística del compositor italiano Ruggiero Leoncavallo, quien vivió entre 1858 y 1919, sólo una obra alcanzó la posteridad. Me refiero, por supuesto, a Los payasos, una verdadera tragedia de ambiente realista y popular, desarrollada entre campesinos de la Calabria italiana y los miembros de una compañía de cómicos ambulantes.
Leoncavallo escribió tanto la música como el texto de su obra, y empleó en ella ingeniosos recursos dramáticos como el de presentar escenas en las que se manifiesta “el teatro dentro del teatro”.

Uno de los momentos más originales y emotivos de Los payasos es el Prólogo que sigue a la Obertura. En él, un personaje que dice ser enviado por el autor, nos previene acerca de la tragedia que presenciaremos pero no con la intención de revelarnos su falsedad teatral, sino para anunciarnos que todo aquello no es más que un auténtico pedazo de vida. Sus intérpretes, explica el Prólogo, no son marionetas, sino seres de carne y hueso que sienten el drama con toda la intensidad de que es capaz un ser humano.
Y, al igual que su congénere más cercana, o sea, la ópera Cavallería rusticana, Los payasos, de Leoncavallo, fue estrenada en la ciudad de Milán, hace 116 años, UN DIA COMO HOY.