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Premier cubana del Concierto para saxofón y orquesta, de Alexander Glazunov, y del poema sinfónico

29 de marzo de 2013

Aunque el saxofón hizo su entrada en el repertorio sinfónico por la audacia de compositores como Meyerbeer, Bizet y Saint-Saëns, no es hasta 1903, con la Rapsodia para saxofón de Claude Debussy, que dicho instrumento adquiere absoluta categoría solística. Y aunque tanto antes como después de esa Rapsodia, fueron los franceses los que con más asiduidad y fortuna emplearon el saxofón en sus orquestaciones, también los compositores rusos y de otras nacionalidades han acudido con frecuencia a ese instrumento y los restantes miembros de su familia.
El Concierto para saxofón y orquesta, de Alexander Glazunov, data de 1934, y fue escrito en París donde residía el compositor ruso desde 1928. La obra, en un solo movimiento, forma parte del repertorio obligado para saxofón solista y, en general, posee un carácter sobrio y no exento de melancolía.
Y como hoy estamos evocando la primera audición de esta obra en nuestro país, les diré que eso ocurrió en el Teatro Nacional de Cuba, en un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro Gonzalo Romeu, y actuando como solista el saxofonista cubano Miguel Angel Villafruela, hace 26 años, UN DIA COMO HOY.