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Premier americana del Concierto en re menor, para dos violines y orquesta, de Juan Sebastián Bach

29 de marzo de 2013

Entre los Conciertos para más de un solista escritos por Juan Sebastián Bach, el que lleva la tonalidad de re menor, concebido para dos violines solistas y orquesta de cuerdas con continuo es, sencillamente, magnífico.
Su primer movimiento, Vivace, no difiere del tratamiento que Bach aplicaba, en general, a sus Conciertos. En él, los pasajes solísticos alternan con los tutti orquestales sin que podamos hablar de una verdadera dualidad temática. Por el contrario, los dos solistas mantienen, casi siempre, una textura contrapuntística.
El Largo que ocupa el movimiento central puede calificarse, sin temores, como místico. Su belleza sobrepasa la descripción literaria.
Aquí, la orquesta ejecuta un canto armónico como soporte a los solistas en su enunciación de las frases que fundamentan todo el movimiento desde el punto de vista melódico.
Por su parte, el Allegro final recupera la vivacidad del primer movimiento, aunque la alternancia entre los solistas y el tutti se emplea aquí con una mayor flexibilidad. Además, la aplicación del contrapunto a las líneas solísticas vuelve a ser la base del tratamiento en las líneas concertantes.
Y la premier americana de esa espléndida muestra del catálogo instrumental de Juan Sebastián Bach, estuvo a cargo de la Orquesta del legendario maestro Theodore Thomas, durante un concierto ofrecido en la ciudad de Nueva York, hace 133 años, UN DIA COMO HOY.