Por iniciativa del prominente etnólogo cubano Don Fernando Ortiz, la música yoruba ocupa, por primera vez, los escenarios teatrales

29 de marzo de 2013

Por iniciativa del prominente etnólogo cubano Don Fernando Ortiz, la música yoruba ocupa, por primera vez, los escenarios teatrales.
En el Teatro Campoamor, de La Habana, es presentado un concierto afrocubano auspiciado por la Sociedad Hispano Cubana de la Cultura.

La velada, a cargo de tambores batá y un coro mixto, comienza con una invocación a las deidades africanas, pronunciada por el propio Fernando Ortiz.
El eminente intelectual narra al público episodios históricos de la presencia yoruba en Cuba, y comenta en torno a los aportes culturales traídos a la Isla por los esclavos africanos.
Tras una detallada explicación de la complejidad sonora y ritual de los tambores batá, Don Fernando Ortiz presenta a los músicos. Entre ellos figura Jesús Pérez, virtuoso ejecutor y constructor de tambores que integraría, años más tarde, el núcleo fundacional del Conjunto Folklórico Nacional.
Con su impecable actuación en el Teatro Campoamor, Jesús Pérez y los demás integrantes del elenco ofrecen una clase magistral reveladora de la decisiva presencia africana en las raíces de nuestra nacionalidad.
Gracias al empeño y la sabiduría del prestigioso investigador Don Fernando Ortiz, justamente considerado el tercer descubridor de Cuba, el público habanero tuvo la oportunidad de asistir, en la noche del 30 de mayo de mil 937, al debut teatral de la música sagrada de los lucumíes.