ribbon

Nace en Santa María de Puerto del Príncipe, nombre otorgado por los colonizadores a la región que los aborígenes llamaron Camagüey, Enrique José Varona

29 de marzo de 2013

Nace en Santa María de Puerto del Príncipe, nombre otorgado por los colonizadores a la región que los aborígenes llamaron Camagüey, Enrique José Varona.
Los primeros años de su infancia transcurren en el seno de una familia de holgados recursos económicos que, al verse quebrantados posteriormente, obligan a Varona a dar clases particulares y dedicarse al periodismo como medio de subsistencia. Sus dotes intelectuales lo conducen hacia los estudios filológicos y gramaticales, la literatura comparada, la crítica, la poesía, la filosofía y la investigación en torno a cuestiones político-sociales y educacionales.
En su Camagüey natal, Enrique José Varona forja una amplia cultura humanística, llega a dominar varios idiomas clásicos y modernos, se mantiene al tanto de las ideas más avanzadas de su época y participa activamente en los afanes conspirativos contra la metrópoli.
Cuando los patriotas camagueyanos se lanzan a la lucha redentora, Varona integra sus filas; pero poco tiempo después regresa, enfermo y agotado, a la ciudad. Tras el Pacto del Zanjón se establece en La Habana, donde desarrolla una intensa actividad intelectual. Desde mil 885 hasta el comienzo de la contienda del 95, dirige la Revista Cubana, publicación en la que colaboran los más notables escritores de su tiempo.
La fecunda labor periodística de Enrique José Varona abarca numerosos artículos publicados en EL FANAL, EL TRIUNFO, EL CUBANO, EL FIGARO y LA HABANA ELEGANTE.

Al iniciarse la guerra necesaria, Varona marcha al destierro y se establece en Nueva York, donde sustituye a José Martí en la dirección del periódico Patria. Al culminar la contienda con la intervención norteamericana, retorna a Cuba. Ocupa las Secretarías de Hacienda e Instrucción Pública y, más tarde, se consagra al ejercicio del magisterio como profesor de Filosofía, Pedagogía y Sociología en la Universidad de La Habana. En mil 917 solicita su jubilación y se retira, decepcionado, de la vida política activa.
En mil 919 publica sus trabajos políticos en un tomo titulado DE LA COLONIA A LA REPUBLICA; en el prólogo escribe: “”En ocasiones me figuro asistir a la apocalíptica destrucción del mundo, la cual predice el alumbramiento de otro orden social muy diverso “”. Ya Varona había publicado dos volúmenes, DESDE MI BELVEDERE y VIOLETAS Y ORTIGAS, con una recopilación de sus artículos periodísticos.
Durante la lucha antimachadista, el veterano maestro apoya a los jóvenes estudiantes e intelectuales revolucionarios, y advierte: “”Hay que luchar por el futuro óptimo… luchando por mejorar el presente para el futuro””.
En noviembre de mil 933, poco después del derrocamiento del régimen, ocurre el fallecimiento de Enrique José Varona. El sepelio constituye una gigantesca muestra de reconocimiento popular por su entrega a las más nobles causas de la Patria.