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Nace, en la ciudad de La Habana, Manuel Sanguily

29 de marzo de 2013

Nace, en la ciudad de La Habana, Manuel Sanguily, una de las personalidades que enriquecen la historia del pueblo cubano en su lucha por la independencia.
Durante la guerra de mil 868, Manuel Sanguily alcanzó el grado de coronel del Ejército Libertador, reconocimiento avalado por su destacada participación en medio centenar de combates.
Ejerció activamente el periodismo y la crítica literaria en diferentes publicaciones, escribió libros y fue redactor del periódico PATRIA Y LIBERTAD.
Obligado a emigrar, ofreció su valiosa colaboración a “”la guerra necesaria”” organizada con infinita pasión por José Martí.
Durante la república neocolonial, Sanguily manifestó su oposición a la dominación militar norteamericana, la imposición de la Enmienda Platt, la presencia de bases carboneras en la bahía de Guantánamo, la segunda intervención estadounidense y la sumisión a Washington de los gobiernos existentes en la Isla durante las primeras décadas del siglo veinte.
Una de las más hermosas páginas de su trayectoria política se produce cuando integra – junto a Juan Gualberto Gómez y Salvador Cisneros Betancourt – el grupo de avanzada, portador del sentir nacional, durante las sesiones de la Asamblea Constituyente, celebradas entre septiembre de mil 900 y febrero de mil 901. Manuel Sanguily expresa duras críticas al Tratado de Reciprocidad Comercial, mediante el cual el gobierno de Estados Unidos pretende obtener el dominio económico y político de Cuba.
El 3 de marzo de mil 903 presenta al Senado un proyecto de ley contra la venta de tierras a los extranjeros; instrumento legal que se pronuncia por prohibir, además, la fundación arbitraria por individuos o entidades foráneas de caseríos, poblados y ciudades.

Evidentemente, la mayoría de los políticos criollos, lacayos de los inversionistas norteamericanos, desconocieron aquel proyecto de Manuel Sanguily, y el país, en definitiva, cayó en manos de los monopolios.
Tendrían que transcurrir 56 años para que, el 17 de mayo de mil 959, fuera firmada en La Plata la primera Ley de Reforma Agraria. En uno de sus por cuantos, el Gobierno Revolucionario en el poder rinde tributo de respeto y admiración al insígne patriota, paradigma de honestidad y valor.