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Nace el compositor veneciano, Antonio Vivaldi

29 de marzo de 2013

La efeméride que evocaremos hoy se refiere a uno de esos acontecimientos de resonancia mundial, no sólo por el hecho de tratarse de un llamado “aniversario redondo”, sino por la trascendencia enorme que el mismo ha significado para la historia de la música. Me refiero al nacimiento en 1678 del extraordinario violinista y compositor veneciano Antonio Vivaldi, cuya personalidad y creación artística han obtenido un rápido ascenso de popularidad en las últimas décadas, salvando una injustificada desestimación histórica que privó a varias generaciones de amantes de la música del arte incomparable del músico italiano.
A ese ascenso ha venido a contribuir, considerablemente, la traducción y edición, en diversas lenguas, de ese delicioso divertimento histórico en forma de noveleta, escrito por Alejo Carpentier bajo el título “Concierto barroco”.

Y es que, como se sabe, uno de los personajes centrales de esa novela es, precisamente, Antonio Vivaldi; y uno de sus capítulos trata acerca de la puesta en escena de la ópera Moctezuma del gran compositor italiano.
Sin embargo, es realmente poco lo que sabemos acerca de la vida de este compositor veneciano. Hijo de un violinista de la catedral de San Marcos, Antonio Vivaldi nació en Venecia en 1678, y desde 1707 hasta 1713 estuvo al servicio del Duque Felipe de Hesse-Darmstad, quien vivía por esa época en Italia.
En 1714, y de regreso nuevamente en Venecia, Vivaldi fue director del Conservatorio del Ospedale della Pieta (Hospicio de la piedad), una institución caritativa para niñas y jóvenes huérfanas o desamparadas que contaba con una magnífica orquesta y un excelente coro. Al mismo tiempo, Vivaldi desempeñaba, al igual que su padre, el puesto de violinista principal en la catedral de San Marcos, y formaba parte del clero secular, actividad que le ganó el apelativo de “il petre rosso” o “el cura rojo” debido, seguramente, al color de sus cabellos.
La producción de Vivaldi como compositor fue, realmente, fabulosa: treintiocho óperas, numerosas cantatas y motetes vocales, así como una vastísima cantidad de obras instrumentales, incluidas más de cuatrocientos conciertos. Esos Conciertos de Vivaldi presentan una enorme variedad de solistas, entre los que se destacan los que escribiera para violín. No hay que olvidar que Vivaldi contribuyó con sus obras a una mayor riqueza y perfeccionamiento de la técnica del violín. Sin embargo, Vivaldi no se detuvo ante ningún instrumento de la época y escribió con abundancia aún para aquellos que aparecían con cierta timidez en las obras de otros compositores barrocos.
Por otra parte, en la música creada en ese período histórico coexistían las más diversas formas del estilo concertante, o sea, desde el concerto grosso en el que participaban varios solistas, hasta el concierto a solo que tan común nos resulta a los oyentes actuales. Y en la amplia producción concertante de Vivaldi podemos encontrar numerosos y espléndidos ejemplos, ya que esa multiplicidad de timbres y colores que aportan los diferentes solistas, constituía un ideal de belleza y maestría en el arte barroco veneciano.
Antonio Vivaldi murió en Viena, a los 69 años de una vida que se había iniciado en Venecia, hace 330 años, UN DIA COMO HOY.