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Muere el poeta Juan Clemente Zenea

29 de marzo de 2013

El más alto representante de la reacción que se dio a llamar restauración del buen gusto lo fue sin duda Juan Clemente Zenea que nace en 1832 en Bayamo.
A los trece años de edad su familia se traslada a La Habana. Era hijo de un soldado nativo de Cuba, el teniente Rafael Zenea y Luz y de Celestina Fornaris y Luque, hermana mayor del poeta Jose Fornaris.
Se forma casi sin maestros y a los diecisiete años sentó plaza de redactor del diario La Prensa de La Habana, allí bajo un seudónimo publica gacetillas, cuadros de costumbres y crónicas de teatro, ahí también aparecieron sus primeros versos Lágrimas en octavillas de las llamadas italianas.
En 1852 comienza a publicar en un diario de ideas separatistas La Voz del pueblo cubano, Órgano de la Independencia.
Con motivos de represalias contra los redactores del diario viaja a Nueva Orleáns, más tarde a México y de allí a Nueva York donde se vincula a clubes independentistas.
En 1854 regresa a La Habana y se gana la vida como profesor de idioma, colabora con las revistas Revista de La Habana y Brisas de Cuba.
Su primera colección de poesías se publica en 1860 con el título de Cantos de la tarde y lleva un prefacio de Luaces.
Zenea también publica prosas, crítica literaria y semblanzas.
La vida del país era asfixiante y Zenea marcha de nuevo a los Estados Unidos y de allí a España, de regreso en Cuba le fue confiada una misión considerada como de doble vínculo por lo que al ser apresado por los españoles, estos lo condenan a pena de muerte y es fusilado en El foso de los laureles de la fortaleza de La Cabaña en 1871.
Diario de un mártir, es el nombre que reciben las 16 composiciones escritas por el poeta en los días previos a su ejecución.