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Muere el fabuloso pianista ruso Sviatoslav Richter

29 de marzo de 2013

Entre todas las efemérides musicales correspondientes al primero de agosto, se destaca con especial relevancia la que se refiere al décimo aniversario de la muerte del legendario y venerable pianista ruso Sviatoslav Richter.
Sviatoslav Teofilovich Richter había nacido en la ciudad de Zhitomir, muy cerca de Kíev, en 1915. Sus padres, que eran ambos pianistas profesionales, se encargaron de iniciar al pequeño Sviatoslav en la técnica de ese instrumento. Luego, la familia Richter se trasladó a Odessa y allí el adolescente Sviatoslav consiguió una plaza de pianista acompañante en la Opera de esa ciudad. Fue ese su primer trabajo como músico y el que le permitió, además, evidenciar sus extraordinarias dotes pianísticas y en la lectura a primera vista de complejas partituras orquestales.
El debut del joven Richter tuvo lugar en 1934, en la Casa de los Ingenieros de Odessa y, tres años más tarde, o sea, en 1937, fue admitido en el Conservatorio de Moscú en la clase del eminente pedagogo Heinrich Neuhaus, quien lo guió hasta su graduación en 1947.
Durante sus años de estudiante con Neuhaus, Richter adquirió un notable entrenamiento que le permitió realizar una sorprendente actuación en el muy fuerte Concurso para pianistas de toda la Unión Soviética, evento en el que Richter se alzó como ganador absoluto. Poco tiempo después, en 1949, el ya notable pianista fue galardonado con el Premio Stalin. Fue esa una época en la que Richter ofreció muchas giras por todo el territorio soviético y en gran parte del territorio de Europa oriental. Y tanto en su país como en el extranjero, el fenomenal pianista era considerado un verdadero ídolo, de esos que arrastran multitudes.
Cuando en 1958 la Orquesta de Filadelfia realizó su memorable gira por la URSS, Richter fue el solista elegido para interpretar el Quinto Concierto para piano de Prokofiev con el mítico conjunto estadounidense.
Richter no sólo fue considerado un virtuoso de formidable y poderosa técnica, sino que gozó del respeto de la crítica por su impecable sentido del estilo, así como por su característica manera de extraer cada detalle de la partitura, hasta convertir su interpretación en algo que los especialistas más exigentes calificaron de “lapidaria perfección”.
Y aunque el repertorio de Sviatoslav Richter abarcó estilos y autores muy diversos, sus interpretaciones de los grandes románticos arrancaron siempre los mayores elogios por parte del público y de la crítica. Sin embargo, sus últimas incursiones en el impresionismo de Debussy y Ravel, fueron comparadas con la excelsa maestría demostrada por el pianista en la interpretación de las obras de su compatriota Serguei Prokofiev, tres de cuyas Sonatas fueron estrenadas por el propio Richter durante su extensa y deslumbrante carrera.
Sviatoslav Richter, uno de los dioses del Olimpo pianístico de nuestra época, murió en Moscú, en 1997, UN DIA COMO HOY.