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Inauguración del Teatro de la Opera de Viena

29 de marzo de 2013

Es un hecho bien conocido que la ciudad de Viena es uno de los grandes centros musicales del mundo que ha tenido y tiene varios teatros dedicados a la ópera. Sin embargo, la imagen operística de esa ciudad se centra en el hermoso e imponente edificio de la llamada Opera Estatal, situado en el mismo centro o ring de Viena.
El origen de esa casa de ópera se remonta a 1857, cuando se decidió reconstruir el centro de la ciudad. Y entre esos planes estuvo la erección de la llamada Oper am ring, con una capacidad de 2,260 localidades. Luego, la Oper am ring pasó a convertirse en la Hof Oper, término que quiere decir Opera de la Corte.
Y uno de los primeros directores de la Hof Opera fue Hans Richter, quien fue sucedido en ese cargo por Gustav Mahler. A Mahler le siguieron Weingartner y Hans Gregor, en cuyo régimen se estrenaron en Viena óperas como El caballero de la rosa y Parsifal.
En 1918, la Hof Oper se convirtió en Opera Estatal, iniciando una nueva y brillante etapa en la historia de dicho teatro. Y entre los directores de ese período se encuentran Clemens Krauss, Bruno Walter, Joseph Krips y Karl Böhm.
En septiembre de 1944, la Opera Estatal fue cerrada por orden de Goering; y el 12 de marzo del 45 el edificio fue destruido por una bomba. Después de su reconstrucción, la Opera de Viena fue reinaugurada en noviembre de 1955 con Fidelio, de Beethoven. Nacía así la etapa contemporánea de su historia.
Por su parte, el trabajo y el repertorio de la Orquesta de la Opera Estatal de Viena no se limita al terreno de la ópera, sino que abarca también las partituras de ballet y la música sinfónica en general.
El edificio de la Opera de Viena se abrió al mundo con una representación del Don Giovanni, de Mozart, hace 141 años, UN DIA COMO HOY.