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Retratos de una Isla

28 de septiembre de 2018

Por: Violeta Glez. Hormilla (estudiante de Periodismo)

Fotos: Tomadas de Cubasí

 

Liborio Noval: El gigante (2001) y Veterano (1969).

Liborio Noval: El gigante (2001) y Veterano (1969).

 

 

¿Ciento veintitrés años de fotografía cubana pueden convivir en un mismo espacio? Solo pensarlo parece una contienda imposible. Sin embargo, en el tercer nivel del Museo Nacional de Bellas Artes una exposición antológica, La imagen sin límites, recoge 100 obras de 50 artistas visuales que van desde José Gómez de la Carrera, fotógrafo del siglo XIX, los icónicos años ‘60 en el lente de Korda, hasta las imágenes de los jóvenes Yanarahra Mauri, Rodney Batista y Alfredo Sarabia Fajardo.

El doctor Rafael Acosta de Arriba, curador de la muestra, comentó sobre el proceso de recopilación de las imágenes. “Este es un viejo deseo mío, yo investigo las artes visuales cubanas, especialmente la fotografía. El proyecto lo presenté en el 2005 al Museo de Bellas Artes, entonces volví a la carga ahora y a la dirección del museo le interesó”.

 

Alfredo Sarabia Domínguez: Sin títulos (1990).

Alfredo Sarabia Domínguez: Sin títulos (1990).

 

“La única exposición de este tipo se hizo en 1983, o sea hace 35 años que no se hace una como esta en Bellas Artes”, expresó Acosta de Arriba.

Entre los fotógrafos inmersos en el catálogo de la exposición pueden encontrarse el Premio Nacional Ernesto Fernández, René Peña, Cirenaica Moreira, Chinolope con las instantáneas “Che” y “José Lezama Lima”, así como Raúl Cañibano y Roberto Salas.

La muestra propone un diálogo entre diversos géneros como la fotografía documental, el desnudo, el retrato y el montaje en una línea del tiempo que transita desde 1895 hasta la más reciente de 2018.

 

Ernesto Fernández: Playa Girón (1961) y Martí, Plaza Cívica (1957).

Ernesto Fernández: Playa Girón (1961) y Martí, Plaza Cívica (1957).

 

No solo la fotografía conforma este escenario. También están incluidas las instalaciones de José Manuel Fors “Atados de memoria” y “La sombra dilatada”; “Obssesed 1994” y una pieza perteneciente a la serie “Todos mis vecinos quieren ir al cielo”, ambas del artista Ernesto Javier Fernández.

El fotógrafo Roberto Chile ofreció declaraciones sobre la relevancia de la exposición. “Lo primero que debería decir es que representa hacer justicia, creo que tocó una vez más porque no es la primera vez que se presenta una antología de la fotografía cubana en un lugar tan prestigioso como lo es el Museo de Bellas Artes de Cuba”.

 

Alberto Díaz (Korda): La niña de la muñeca de palo (1959) y Guerrillero Heroico (1960).

Alberto Díaz (Korda): La niña de la muñeca de palo (1959) y Guerrillero Heroico (1960).

 

“Aquí, como en cualquier selección, no están todos los que debieran estar, faltan nombres, faltan talentos y fotografías que son icónicas, pero sí puedo asegurar que todos los que están, lo merecen”, concluyó.

La exposición antológica de fotografía cubana La imagen sin límites estará abierta al público en el Museo Nacional de Bellas Artes hasta el próximo 26 de noviembre, un inmenso retrato de esta Isla a través de 50 miradas diferentes.

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