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Reencuentro con un intelectual de todos los tiempos

22 de abril de 2013

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Este viernes 19 de abril se conmemoró el 15 aniversario de la muerte del gran escritor mexicano Octavio Paz. En homenaje al  Premio Nobel de Literatura del año 1990 se realizó el Panel Reencuentro con Octavio Paz, quince años después, en la Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez, perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. En el panel, realizado con la colaboración de la Embajada de México en Cuba, intervinieron el Dr. Rafael Acosta de Arriba, el escritor Enrique Saínz de la Torriente y el licenciado Ernesto Sosa Gallegos, ministro jefe de la cancillería mexicana en Cuba.
Los panelistas abordaron diferentes aristas de la vasta obra del poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano. En su intervención el escritor Enrique Saínz de la Torriente apuntó: “Con el decurso de los años y sus lecturas, sus vivencias de países, escritores, artistas y acontecimientos políticos y sociales, su mundo se fue enriqueciendo cada vez más y al mismo tiempo se volvió más denso e impenetrable. Asimismo tenía la conciencia de que la realidad era inabarcable, misteriosa, oscura, a veces sombría, a veces alegre, incognoscible en esencia. Encontraremos en él una estatura que no deja de asombrarnos ante cada lectura. Una singular virtud observo además, en su poesía: la avidez integradora, esa continua fusión de elementos impares, que en apariencia carecen de una identidad común, pero que poseen una oscura relación ontológica en su misma lejanía conceptual”.
Experimentación e inconformismo pueden ser dos de las palabras que mejor definen la labor poética de Octavio Paz. Su poesía se adentró en los terrenos del erotismo, la experimentación formal y la reflexión sobre el destino del hombre. Sobre el contenido de la propuesta lírica de Octavio Paz, Premio Cervantes de 1981, y su semejanza con la obra del cubano José Lezama Lima, Enrique Saínz, profundizó: “Hay una filosofía en sus textos, una reflexión teórica que se mueve desde las culturas mexicanas prehispánicas hasta las filosofías elaboradas de la realidad, pasando por los grandes momentos del pensamiento occidental (…) Esa prodigiosa voluntad asimiladora de tal diversidad, es homóloga a la que vemos en un autor como José Lezama Lima, por ejemplo, igualmente deseoso de universalidad y de romper los infecundos dualismos (…) Mucho en común tiene Paz con Lezama, tanto en esa necesidad de abrirse a la diversidad para integrar su saber de más dilatado alcance como en la escritura de una poesía que se erige en una inmensa suma”.
A Octavio Paz, también se le conoce por sus traducciones, sus ensayos y críticas de arte. Entre estos destaca La apariencia desnuda, uno de los ensayos más extensos e interesantes, en el que indaga en la obra del artista Marcel Duchamp. Sobre su pasión por el ejercicio de la crítica el Dr. Rafael Acosta de Arriba expresó: “El joven Paz tuvo la certeza de que el ejercicio de juzgar, difícil y comprometido, significaba un reto intelectual apasionante. Una de las mayores conclusiones de su vasta obra la sentenció siendo un hombre maduro: la sociedad moderna ha sido fundada con y desde la crítica. Para encontrar la forma de esa pasión crítica el ensayo fue una herramienta imprescindible, de ahí que el mexicano lo puliera gradualmente hasta alcanzar extrema perfección. Para Paz el ensayo fue como una extensión de su intuición poética (…) y apostó por este género como forma artística del lenguaje.
Octavio Paz es considerado uno de los más notables escritores del siglo XX y uno de los grandes poetas hispanos de todos los tiempos, sin embargo, su obra en nuestro país ha sido escasamente promovida. El primer libro publicado en Cuba, sobre la crítica de arte de Paz fue en el 2011. Su autor el Dr. Rafael Acosta de Arriba, a 15 años de su muerte rememora algunos de sus méritos como intelectual: “Debemos agradecerle sobre todo, la forma en que supo establecer los vasos comunicantes entre las culturas orientales y occidentales, entre el México prehispánico y el moderno, entre romanticismo y modernidad y cuanta zona de conocimiento que fueron múltiples, supo iluminar con sus lúcidos ensayos. Espíritu universal, hombre de la ilustración y el conocimiento, del tipo de intelectual que probablemente sea difícil de encontrar en el futuro. Octavio Paz fue poseedor de un saber enciclopédico, unido a una sensibilidad poética y a una conciencia moral alerta, ingredientes que lo dotaron de una capacidad de análisis peculiar”.
El escritor mexicano Octavio Paz falleció el 19 de abril de 1998, a la edad de 84 años, sin embargo su obra permanece con total vigencia en nuestros días. La literatura latinoamericana se precia de contar entre sus más apasionados exponentes con este notable escritor, un intelectual de todos los tiempos.

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