Mejor muchas nueces y poco ruido

2 de abril de 2015

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Yamira Rodríguez Marcano

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Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo

El autismo,  -nos dice la siquiatría- “es un trastorno del desarrollo que afecta esencialmente la comunicación, la conducta y el lenguaje”. Está muy claro, pero concepto al fin, se queda atrapado en sus propias ideas. En su caracterización del niño autista, a pesar del amplio espectro que presenta, el NO es el enunciado de toda descripción: NO habla, NO se comunica, NO mira directamente a los ojos, NO es sociable, NO camina correctamente, NO come de todo NO lee ni escribe, etc., etc., etc. Esto es irrefutablemente cierto, pero, ¿por qué calificar solo por lo que se carece?, eso lo hacemos a diario en todas las esferas de la vida. Sin embargo, es más reconfortante decir: habla, camina, come, se comunica y comporta DIFERENTE. AMA DIFERENTE. Son seres muy especiales, extremadamente sinceros, transparentes en sus sentimientos y sus posturas ante la vida; y cuando logran adueñarse de la palabra, hasta disfrutamos de sus ocurrencias, e incluso, podemos quedar fuera de esa conversación ante su genialidad y perspicacia. Estar cerca de ellos nos da el privilegio de ser mejores personas. Por eso siempre pienso en aquella frase de nuestra Fina García Marruz cuando expresó del cine silente: “no es que le falte el sonido, es que tiene el silencio”.