Marzo de primavera en el Teatro El arca

13 de marzo de 2015

|

Ofelia Sandar Valles

|

Oficina del Historiador de La Habana, Teatro

Los que aún no conocen el teatro el Arca o los que desean seguir disfrutando de las puestas en escena en este sitio del Centro Histórico habanero,  pueden acercarse este fin de semana  para disfrutar de la última presentación del grupo “Barco Antillano”, dijo en declaraciones exclusivas para Habana Radio, Liliana Pérez, directora de la instalación.

“Estamos terminando una hermosa temporada este fin de semana. Se trata de la reposición de Mayaito el de la mula, con muchísimo éxito. Fíjate que hemos competido con la Feria Internacional del Libro, con la fiesta de los Osos, en la plaza de San Francisco, y aún así ha sido muy agradable la temporada de Casa tomada, que se extendió más allá de lo previsto”.
Conocimos además por Liliana que inmediatamente del 16 al 22 de marzo, el Arca será sede del  festival “Primavera de cuento”, con el proyecto narrarte de la maestra Mayra Navarro- cuya sede desde hace muchísimo tiempo es esta sala.
“Es un festival intenso con doble función todos los días. La de las 10 a.m. es para los abuelos y a las tres de la tarde para el proyecto de las aulas museos y todas las maestras que se quieran sumar con sus niños”. Eso cubrirá también el fin de semana.
“Asisten grupos extranjeros con espectáculos muy interesantes. Utilizan la música en vivo y la tradición de la narración oral latinoamericana”.
Pero los trabajadores del Arca no descansarán porque en la última semana del mes en curso estarán dispuestos para el Festival de las Artes.
“Nos da mucha alegría ser la sede de nuestra especialidad -continuó Liliana-tendremos tres espectáculos. En primer lugar estudiantes del ISA-  ya sean del curso para trabajadores vinculados a las compañías profesionales en sus provincias o estudiantes del curso regular -estarán presentando una serie de espectáculos titiriteros”.
Otra de las propuestas nos llega desde Santiago de Cuba, que busca una voz propia dentro del teatro de títeres. Asimismo el grupo de Pinar del Rio nos trae la puesta en escena- que a su vez es un título recién premiado y publicado de una graduada de la Universidad de las Artes- se trata de “Adónde van los ríos” una versión de Los tres pichones, de Onelio Jorge Cardoso, premio la Edad de Oro”.
“Ya para cerrar marzo se presentan unos estudiantes colombianos, graduados del ISA, que hacen un espectáculo que se conecta con el tema de la narración oral y la tradición latinoamericana. Son estudiantes de música y lo atractivo es que ellos producen sus propios instrumentos musicales con material de desecho. Piezas insospechadas para la música en vivo. Con ellos vamos a cerrar el Festival de las Artes”.

Cuando  hablabas de Primavera de Cuento  te referías a un  público determinado.  ¿Tiene acceso el resto de la población?
Sí,  las puertas están abiertas para todo el que desee llegar. Aprendimos que además de lo programado hay que dejar un margen porque siempre fluye público unido a los participantes en el evento.
¿Cuánto esfuerzo encierra para todos los trabajadores del Arca esta temporada amplia de presentaciones?
Cada vez que hay festivales es como irse a vivir al teatro porque implica cambio de escenografía, cambio de luces. Estas dando doble función,  te quedas prácticamente a dormir en el teatro. Estas becado literalmente.
Es muy intenso,  agotador nos preparamos previamente y luego ,naturalmente, nos tomamos un descanso, pero sucede que es esta oportunidad  nos coinciden dos festivales .Técnicos de sonido, luces, tramoyas, nuestra promotora que trabaja intensamente porque buscamos todas las puestas posibles. Aunque lo festivales generan su propia promoción, nosotros buscamos la nuestra.
El velador en sala controla, limpia, cuida del público. Somos solo 10 personas que nos entregamos intensamente y es muy justo decirlo porque un festival es arrasador.
Son públicos distintos no es lo mismo recibir  a los abuelos que hay que acomodarlos, conducirlos, ayudarlos a subir un escalón, que luego a los niños que vienen eufóricos con todas sus mochilas.
Y qué bueno, para eso estamos, para que la instalación esté llena de gente y sea realmente una institución de la cultura,con la pluralidad que pueda alcanzar  a todos los públicos y todos los temas.
El teatro no es muy grande ¿te has visto en la disyuntiva que no cabe el público?
Tenemos una sala diseñada para 64 espectadores cómodamente sentados, y te imaginas hemos hecho hasta lo imposible y permisible. Son excepciones donde la gente comulga, se abrazan, a veces tenemos niños pequeños. Imagínatelas maestras ya no coordinan, se aparecen en  la puerta del teatro,  eso me pasa a mí y a nenita en la Colmenita,  cómo les dices que no.
Entonces,  nos cargamos, nos apretamos, ponemos sillas en los pasillos. Todo lo que no se puede hacer,  pero son situaciones extraordinarias.
Hemos aplicado variantes. Realizamos actividades en los espacios alternativos del  museo que aún no se inaugura. Hemos movido la platea en dependencia del espectáculo  y colocado alfombras y cojines,  es decir,  cada proceso nos ha permito recibir al espectador en condiciones diversas, y esa es la idea porque el teatro contemporáneo exige un espacio polivalente, capaz de ofrecer las condiciones ambientales que requiere la puesta en escena. Nuestra sala es muy intima.
Además, vamos a inaugurar una exposición sobre títeres resultado de un proceso de investigación de unos de los estudiantes del ISA y probablemente sea el momento de habitar oficialmente el contexto del museo aun cuando no se ha inaugurado aprovechando las redes que ya tenemos instaladas.