La Universidad de La Habana ratifica su compromiso con la nación cubana

6 de enero de 2020

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Yoel Lugones Vázquez

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Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Cultura, Universidad de La Habana

 

Cerca de tres siglos de existencia posee un espacio emblemático de las ciencias, la cultura y el arte en nuestra Isla. La Universidad de La Habana (UH) festejó este 5 de enero su aniversario 292 con un acto celebrado en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.
El encuentro estuvo presidido por Miriam Nicado García, miembro del Buró Político del Partido y del Consejo de Estado y Rectora de la UH; Félix Julio Alfonso López, Vicedecano docente del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, además de estar presentes José Ángel Fernández Castañeda, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), y Marta Mesa, vicetitular primera del Ministerio de Educación Superior, entre otros funcionarios, junto a parte del claustro del Centro de Altos Estudios.

 

 

En su intervención, Félix Julio Alfonso rememoró la trascendencia de la UH como bastión de resistencia cultural, apuntando que ha sido testigo y protagonista excepcional de varios de los más importantes hechos políticos, sociales, científicos y culturales acaecidos en la Isla, además de que por ella han transitado las más excelsas figuras del pensamiento y la acción revolucionaria de nuestro país, pues su historia está marcada por nombres y hechos memorables, “que nos recuerda, como ha dicho el Doctor Eduardo Torres Cuevas, los orígenes de la ciencia y conciencia cubana”.

 

 

Sentenció que precisamente en el lugar en que se realiza el acto fue el lugar fundacional de la actual Universidad, a la cual también le pidió – y a su claustro y alumnado – seguir siendo “leal a la magnífica obra de la Revolución en la que todos nos hemos formado; que conquisten la gloria intelectual con el trabajo honesto de sus mentes y de sus corazones; que honren la memoria de sus maestros y profesores que como los que engalanan esta Aula Magna – Varela, Luz, Mendive, Saco, Varona y Martí – fueron los que fundaron el patriotismo cubano y lo transmitieron de generación en generación; y que sobre todas las cosas veneren a Cuba, patria amantísima, a quien todo debemos”.

 

 

Por su parte, la Rectora de la UH expresó que ante la piedra fundacional, por quienes han hecho posible que estemos aquí en el día de hoy, por los héroes de la patria, la Universidad de La Habana (UH) ratifica su compromiso con la nación cubana de ser continuidad de toda una historia de patriotismo y seguir formando profesionales y aportando a la vida socioeconómica del país para que continuemos siendo una nación instruida, fuerte y libre.
Asimismo, hizo un recuento de la Casa de Altos Estudios, por donde han transitado hombres que marcaron la historia cubana. Mencionó nombres imprescindibles como Félix Varela, Carlos Manuel de Céspedes, Francisco Vicente Aguilera, Ignacio Agramonte, Tomás Romay, Rafael María de Mendive y el líder de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz.
Especialmente resaltó el pensamiento de José Martí, y su sentencia de que “…la educación es el único medio de salvarse de la esclavitud… y un pueblo de hombres educados será siempre un pueblo de hombres libres”.

 

 

Actualmente – apuntó – la UH cuenta con un claustro de 1 300 docentes e investigadores, entre ellos 750 doctores que forman a cerca de 15 000 estudiantes en 36 carreras en diferentes modalidades. En ella se coordina y desarrolla con niveles de excelencia más de 50 programas de postgrado entre doctorados y maestrías, y tiene la ardua tarea de mantener los estándares de calidad para continuar entre las primeras de Latinoamérica, sentenció.
“Por ello para las universidades cubanas crecer, mejorar y aspirar a la excelencia, más que una meta, es una manera de reciprocar la prioridad del estado de mantener los estándares de conocimiento y cultura, no obstante el bloqueo de Estados Unidos impuesto a Cuba hace más de medio siglo”, afirmó.
La primera universidad de Cuba va rumbo a sus tres siglos de existencia y, sin dudas, sigue erigiéndose como un lugar sagrado donde el pensamiento y la acción son baluartes que deben seguir siendo defendidos por las actuales y futuras generaciones.