La Protesta de los Trece recordada en su centenario

16 de marzo de 2023

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Daniel Benítez Pérez

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Convento de Santa Clara, Cuba, Cultura, Oficina del Historiador de La Habana

 

 

Este 16 de marzo se llevó a cabo un Panel de Conmemoración al Centenario de la Protesta de los Trece en el Paraninfo de la Academia de Ciencias, ubicada en la Calle Cuba 460, entre Amargura y Teniente Rey. El evento forma parte de las actividades de “Entre Puntales y Esperanzas”, las cuales están siendo llevadas a cabo por el Museo de Sitio del Convento de Santa Clara.

 

 

 

El panel estuvo conformado por el Dr. Felipe J. Pérez Cruz, Profesor Titular de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”; por el Dr. Yoel Cordoví Núñez, Presidente del Instituto de Historia de Cuba; el Dr. Félix Julio Alfonso López, Decano del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana; y por el Director del Museo de Sitio del Convento de Santa Clara, Mario José González Martín, quien además, asumió la función de moderador. Se encontraba también presente, Gladys Collazo, Directora de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.

 

 

En su intervención inicial, el moderador Mario José González puso en contexto económico, político, y social, a la época en la cual ocurrió un 18 de marzo de 1923, el acontecimiento conocido como la Protesta de los Trece. Cuba se encontraba por aquel entonces, en una época donde la bonanza económica había llevado a la demolición de muchas edificaciones patrimoniales para dar pasos a modernos edificios, muchos de ellos dedicados a alojar a entidades bancarias, de seguros y de especulación económica.

 

 

 

El Director Mario José González recalcó además, que la presencia de Juan Marinello en la Protesta de los Trece, une este evento de manera indisoluble con la Academia de Ciencias, de la cual este era miembro junto a figuras de la talla de Emilio Roig de Leuchtsenring. La Protesta de los Trece llegó a tener tal importancia para el Convento de Santa Clara, que incluso su memoria bastó para detener los intentos de la demolición de su ala oeste durante la década de los 50.

 

 

 

 

 

 

Por su parte, el Presidente del Instituto de Historia de Cuba, Dr. Yoel Cordobi dedicó su intervención a la figura de Rubén Martínez Villena. Para el Dr. Cordobi, el aldabonazo dado por Villena con la Protesta de los Trece no fue un hecho fortuito, sino que se trató de la culminación de una formación política e intelectual, que recibió de sus padres y que cultivó en su juventud. También fueron resaltadas las circunstancias de una República cubana donde lo mismo primaba la violencia, como sucediera con la Guerrita de Agosto y la represión al Partido de los Independientes de Color, pero donde la corrupción política administrativa se había ido permeando en la sociedad, en la medida que se sucedieron los gobiernos de Tomás Estrada Palma, José Miguel Gómez, Mario García Menocal y Alfredo Zayas.

 

 

 

El Dr. Félix Julio se refirió a que una de las principales consecuencias de la Protesta de los Trece fue la creación del Grupo Minorista. Integrada por figuras de la talla de Villena, Marinello, y Roig, a quienes se le sumaron José Ramón García Pedroso, Primitivo Cordero, Jorge Mañach, entre otros. Para el Dr. Félix Julio esta fue la primera vez en el contexto republicano que los intelectuales asumieron una posición propia, más allá de los partidismo políticos. A pesar de su nombre, lo cierto es que el Grupo Minorista se convirtió en portavoz, la tribuna y el índice de la mayoría del pueblo. El Grupo Minorista, que duró de 1923 a 1928, fue en la opinión de Emilio Roig, “una etapa definitoria dentro de la búsqueda de nuevas maneras de hacer arte y de hacer política”, que condujo a la radicalización política contra la dictadura de Gerardo Machado.

 

 

A modo de conclusión, el Dr. Felipe J. Pérez Cruz, invitó a observar a la Protesta de los Trece como un acto de protesta contra la corrupción imperante en la época. Para él, este acto de dignidad marcó la bancarrota moral de los gobiernos republicanos, quienes sin embargo, lograron mantenerse en el poder más allá del gobierno de Alfredo Zayas y de la dictadura de Gerardo Machado, cuando fuera frustrada la revolución que parecía inevitable en la década de los 30. Y la corrupción continuó agudizándose, y a solo un mes de que se derogara la vergonzosa compra del Convento de Santa Clara, se aprobó una nueva ley de lotería aún más corrupta.

De acuerdo con el Dr. Felipe, la corrupción mata a la ética, a la economía y al hombre. Sería estéril recordar el centenario de esta protesta sin ponerlo en el contexto de nuestra realidad actual. “La historia no es solo cultura, sino una reflexión sobre el presente”, afirmó.