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“La obra de un gran poeta de resonancia cósmica”

15 de julio de 2019

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Nicolás Guillén (Small)

 

“La obra de Nicolás Guillén es no solo  un orgullo para Cuba, es un orgullo para la lengua española”, aseguraba el doctor Virgilio López Lemus en el más reciente espacio de promoción literaria Sábado del Libro, dedicado a recordar, en este mes de julio, el aniversario 117 del natalicio y las tres décadas de la desaparición del Poeta Nacional.

En el encuentro, llevado a cabo en la emblemática Plaza de Armas capitalina,  era presentado el libro Sóngoro cosongo con Motivos de son que –con edición y prólogo de Denia García Ronda– publica, con la colaboración del Grupo EUPV de la Diputación de Alicante, Ediciones Sensemayá, sello de la Fundación Nicolás Guillén.

En esta cuidada edición –acompañada de ilustraciones del pintor Carlos Enríquez– se incluyen los textos pertenecientes a Motivos de son –aparecidos el 20 de abril de 1930 en las páginas de Diario de la Marina y, ese propio año, en un folleto impreso en La Habana– y los poemas que integran Sóngoro cosongo, publicado en 1931.

Al aparecer Sóngoro cosongo, su autor, con solo 29 años de edad, demostraba –en criterio de Lopez Lemus– «el extraordinario poder de la poesía para ser ella misma identidad y no solo trasmisora de identidad; ser la poesía un modo identitario de la nación cubana. Esto por primera vez lo tenemos en la cultura cubana con Nicolás Guillén».

El poeta  –afirmaba– supo encontrar el don de lo mestizo, que no es un mero hallazgo, es un don del pueblo cubano que Nicolás Guillén rescata. Ese es otro de los grandes méritos de Sóngoro cosongo: tomar el cuerpo completo de ese don popular, de esa savia popular que liga a todos los cubanos.

Comentaba el también poeta y ensayista que Nicolás Guillén, como otros poetas, podría haberse quedado en la folklorización del tema negro, pero fue más allá, vio que podía universalizar el tema del mestizaje, que no es solo un problema cubano, sino hispanoamericano, latinoamericano, universal.

 

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Analizaba, igualmente, la trascendencia de este poemario a lo largo del tiempo y compartía, con los asistentes a este Sábado del Libro, algunas de las opiniones incluidas en esta edición, entre ellas la que firma, en el propio año 1931, el ensayista Juan Marinello quien, en carta al autor, se refería  a «la obra de un gran poeta de resonancia cósmica».

Con su obra –concluía López Lemus–, Nicolás Guillén se convierte en el poeta cimero de una corriente y con Sóngoro cosongo estaba protagonizando una revolución en la poesía cubana. Su poesía gradualmente se convierte no solo en poesía negra, en poseía de una determinada corriente lírica, sino en la cima de la poesía social de su momento.

 

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Al intervenir en este Sábado del Libro, Denia García Ronda reafirmaba la universalidad de Sóngoro cosongo con su elección, en el año 2018, como uno de los cien mejores libros de la literatura universal, según la encuesta realizada, por el periódico ABC Cultural de España, entre cincuenta especialistas del mundo de la cultura.

En el documentado y acucioso estudio que, a manera de prólogo, acompaña a Sóngoro cosongo con Motivos de son, la investigadora y ensayista García Ronda escribe que la principal virtud de estas obras es que «estos poemas se han quedado en la memoria y el sentir del pueblo cubano, que siempre los reconoce y se reconoce en ellos».

“Esa es la razón –concluye– por la que Ediciones Sensemayá, de la Fundación Nicolás Guillén, los presenta ahora juntos, como en sus orígenes, demostrando, como entonces, su unidad dentro de sus diferencias, que parten, como se ha explicado, de la afinación de lo encontrado desde Motivos… y no de la renuncia a ello, y que siguen adelantando, en las circunstancias actuales, ese “color cubano” (no solo de la piel) del que habla Guillén el prólogo a Sóngoro cosongo”.

 

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En este Sábado del Libro dedicado al Poeta Nacional –al que asistían, entre otros, Nicolás Hernández Guillén y Juan Rodríguez Cabrera, presidentes de la Fundación Nicolás Guillén y del Instituto Cubano del Libro–, la actriz Obelia Blanco daba lectura a algunos de los textos incluidos en Sóngoro cosongo con Motivos de son.

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