La dictadura del videoclip vista por el sociólogo Jon Illescas

14 de febrero de 2020

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Cuba, Cultura, Encuentro con..., FILCuba2020, Fortaleza San Carlos de la Cabaña, Magda Resik

Redacción Habana Radio

 

 

¿Hasta dónde los videoclips, con mensajes de droga y sexo, son capaces de perjudicar la conducta adolescente? ¿Qué pueden hacer quiénes se oponen ante esta realidad?

Sobre estos temas el sociólogo y escritor español Jon Illescas conversó este 14 de febrero en la sala Nicolás Guillén de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, como invitado del espacio Encuentro con… que dirige la periodista y directora de Habana Radio Magda Resik Aguirre.

El también Doctor en Sociología con más de 60 publicaciones hasta la fecha es autor del libro La dictadura del videoclip, industria musical y sueños prefabricados, que tuvo una presentación previa por la editora María de los Ángeles Navarro, a cargo de la revisión del título, publicado por la Editorial Nuevo Milenio en esta 29 Feria Internacional del Libro.

 

 

En la formación profesional de Illescas, sus padres tuvieron un papel decisivo, ya que reglamentaron los productos comunicacionales que consumía en la adolescencia. “Poner límites es también una forma de amar”, explica.  Ya desde su tiempo de estudiante universitario analizó, en un trabajo académico, el contenido de las películas de Disney, investigación que arrojó datos interesantes como el hecho de que “los mensajes eran usados de forma amigable, pero no son los más positivos. La cosa ha ido peor”, considera este autor.

 

 

“¿Qué se ofrece en el audiovisual, que banaliza nuestro pensamiento?”, lo interroga Resik Aguirre. Al respecto Illescas responde: “Si analizamos el top 100 de los videos más populares, 95 son musicales y 5 infantiles. Las estrellas musicales tienen más peso. De esos 100, 21 presentan una apología directa hacia el consumo de drogas”.

De acuerdo con el investigador, en el audiovisual de tipo comercial se observa la presencia de otros temas como el racismo, la competencia, la agresividad, así como la visión de la mujer como objeto sexual, en muchas ocasiones. Esos mensajes afectan las relaciones entre los jóvenes a nivel emocional y hasta sus proyectos de vida inmediatos y futuros.

 

 

Así lo confirma Illescas en su intervención: “Quieren disociarnos, que vean al otro como un enemigo, como a alguien que deben vencer si quieren triunfar en el mercado”.

“La música comercial ha ido perdiendo calidad tímbrica, vocal, las rimas de las canciones son cada vez más pobres. Pretenden lograr una población fácil de dominar”, añade el escritor.

 

 

Con respecto al texto La dictadura del videoclip, industria musical y sueños prefabricados confiesa que sin el estudio de El capital “hubiera sido imposible publicarlo”. Su lectura le permitió alcanzar profundidad en los argumentos ampliados en el volumen.

Para frenar esta avalancha de información chatarra en el mundo audiovisual, el también licenciado en Bellas Artes propone crear una industria contra hegemónica y con carácter trasnacional, con el propósito de integrar a los países interesados en difundir por las redes sociales, la televisión y cualquier medio de comunicación, un mensaje liberador, de carácter educativo para las mayorías.

 

 

Una experiencia docente en las aulas de su país natal demostró que los adolescentes también gustan de estos productos, porque “les toca al corazón, mientras que los otros clips les conducen la mirada como ratas de laboratorio”, argumenta el español ante su anfitriona y el público presente.

 

 

El encuentro culminó con un debate entre los presentes y el autor, quien visualiza en Cuba “una preocupación real por el gobierno” en fomentar una cultura de principios que ayuden al crecimiento de la sociedad.