La danza cubana en el 2014

2 de enero de 2015

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Yoel Lugones Vázquez

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Cuba, Cultura, Danza

Dos ejemplos bastarían para aseverar que la danza cubana en este 2014 siguió siendo referente indiscutible de nuestra identidad y de nuestra cultura. La permanencia y constancia de un colectivo que precisamente este año cumplió su 55 aniversario y la celebración de un evento danzario que es punto de mira nacional e internacionalmente. Hablamos del cumpleaños de Danza Contemporánea de Cuba (DCC) y del Festival Internacional de Ballet de La Habana que en esta ocasión llegó a su edición 24.
Fundada en 1959, Danza Contemporánea de Cuba sigue siendo una de las compañías revolucionadoras dentro del panorama danzario de la Isla. El pasado 25 de septiembre la agrupación, actualmente dirigida por Miguel Iglesias, festejó su aniversario.
Nunca imaginó Ramiro Guerra, fundador de Danza Contemporánea de Cuba, que cuando creó una compañía para plasmar en la escena y a través del baile la espiritualidad del cubano, luego de más de cinco décadas esos iniciales preceptos llegarían hasta hoy, consolidándose con nuevos lenguajes en una agrupación cuya repercusión artística sería referente a nivel mundial.
“Si Danza fuera la misma, seríamos todos los que estamos ahora – los herederos de los fundadores – unos orates. Yo creo que la agrupación ha sido consecuente con los tiempos en que ha ido desarrollándose. Nunca hemos olvidado nuestras raíces: hemos recibido influencias de otros lugares pero nos las hemos apropiado de otra manera. La compañía sí sigue manteniendo la capacidad de riesgo, de estar yendo justamente a los extremos y esos extremos son los bordes que tienes alrededor de tus propios límites. Si no fuera así no sería una compañía contemporánea, porque a pesar de nuestros 55 años si no nos renovamos todos los días sería un ente viejo”.
Estas expresiones de Miguel Iglesias, director de DCC, nos permite corroborar que esta agrupación ha fundido el lenguaje más innovador con las raíces que nos identifican como pueblo y que sigue formando parte, como bien expresara el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro Ruz, de la vanguardia de la cultura revolucionaria cubana.
Asimismo, ¿por qué insistir en seguir realizando un Festival de Ballet en La Habana? La respuesta está en estas breves palabras de Miguel Cabrera, Historiador del Ballet Nacional de Cuba: “Todos los que tenemos que ver con la organización del Festival Internacional de Ballet de La Habana, que cumplió en este 2014 54 años de historia, tenemos en su misma existencia la prueba de su calidad y de su permanencia. Creo que el haberse mantenido cumpliendo la misión que lo hizo nacer, que es la de mostrar al mundo los logros del ballet cubano y, a su vez, enriquecer a nuestro público con todo lo que se hace en el mundo de la danza, es más que prueba evidente de que esos objetivos se han ido cumpliendo”.

El 24 Festival Internacional de Ballet de La Habana constituyó un momento único para el intercambio artístico entre primeras figuras del mundo de la danza, personalidades, críticos, especialistas y empresarios, así como una oportunidad excepcional para los amantes de esta manifestación. Una vez más, esta fiesta del arte coreográfico hizo suyo el pensamiento de Alejo Carpentier: “El espíritu de la danza es inseparable de la condición humana”.
Es necesario recordar que a Silvina Fabars, primera bailarina del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba (CFNC) y eminente pedagoga, le fue otorgado el Premio Nacional de Danza 2014; una mujer vanguardista de la danza moderna en la Isla pues desde la temprana fecha de 1966 integró el Conjunto Folclórico Nacional como bailarina y cantante, y por su técnica y valores artísticos pasó a ser una de sus primeras figuras. Por sus excepcionales cualidades se le bautizó como la “diosa de ébano”.

Quisimos referirnos solo a estos hechos relacionados con dos compañías cubanas y la entrega del Premio Nacional de Danza (pudiéramos hablar del éxito del ballet Lizt Alfonso y de su directora que fue seleccionada como una de las protagonistas de la campaña organizada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia para América Latina y el Caribe, y la agencia española EFE, titulada “25 líderes, 25 voces por la infancia”; del Festival Habana Vieja Ciudad en Movimiento que cada año convierte al Centro Histórico habanero en punto de mira mundial para la danza callejera; los estrenos que protagonizó el Ballet Contemporáneo Endedans de Camagüey).
Todos estos sucesos pueden parecer divorciados por ser manifestaciones danzarias diferentes, pero tienen puntos en común y uno de ellos, sobre todo, es que son genuina representación de nuestra manera de ser, de movernos, de gesticular, fieles retratos de nuestra manera de danzar. En toda Cuba existen miles de agrupaciones danzarias. No se sientan olvidadas en este trabajo; al contrario, véanse reflejadas porque todas parten de algo que defendemos y seguiremos defendiendo: la escuela cubana de ballet y de danza.