Homenaje a la Inocencia

27 de noviembre de 2020

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Rachell Cowan Canino

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27 de noviembre de 1871, Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Oficina del Historiador de La Habana

Fotos: Alexis Rodríguez

 

 

Han pasado 149 años desde que el horror y el odio se apoderaran de una parte de la sociedad habanera de la época que quería la muerte de ocho estudiantes de medicina, quienes apenas llegaban a los 20 años de edad. La conmoción retumbó en cada familia y cubano de bien en aquel 1871, mas este 27 de noviembre sigue perturbando a quien conoce la historia.
Es por eso que en la mañana de este viernes se realizó el tradicional acto de recordación, realizado por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) desde 1937, en la histórica Acera del Louvre, en la cual ocurrió una de las manifestaciones de descontento ante la injusticia cometida por el Ejército español contra los jóvenes en 1871.

 

 

Un día como hoy marcó la fecha de una de las páginas más tristes de la historia Patria, por lo que una representación de estudiantes de las ciencias médicas, trabajadores de la OHCH, empleados del Hotel Inglaterra y miembros de la Sociedad Canaria de Cuba se reunieron para homenajear la injusticia de la juventud tronchada.
Las palabras centrales de la ceremonia estuvieron a cargo del Director de Patrimonio de la OHCH, Michael González, quien recordó a los presentes la inocencia de estos jóvenes y se refirió a factores fundamentales a tener en cuenta para entender los sucesos del 27 de noviembre.

 

 

“De la inocencia hemos hablado; de la inocencia tenemos más que pruebas que demuestran qué tan puras fueron sus acciones, lo que pudieron hacer en el antiguo cementerio de Espada y realmente el peso de una ley, por los simples sucesos de arrancar una flor o mover el carro del camposanto, llevaron a un juicio sumarísimo. Horas nada más de conocerse los hechos, ya los voluntarios hablaban de fusilamiento, sin el juicio, con un criterio de horas”, comentó.
La inocencia de los estudiantes está más que probada por el libro y la gran investigación hecha por Fermín Valdés Domínguez, tal y como refirió en su discurso González: “Está también reivindicada por el trabajo de los intelectuales y periodistas que dio pie a que en periódicos como «La Lucha» y otros hablaran de la exacerbación y la sobredimensión de los acontecimientos. La inocencia está también en las mismas comunicaciones consulares de Estados Unidos o el de Inglaterra que transmitieron a sus respectivos gobiernos explicando que eran hechos violentos marcados por la subjetividad”.

 

 

Los hechos de 1871 fueron el punto cumbre de lo que puede significar el desprecio, la injusticia y el odio exacerbado. Cuando se analizan los acontecimientos descritos en el libro “El 27 de noviembre de 1871” de Fermín Valdés Domínguez – uno de los estudiantes incautados –, se puede apreciar el mensaje de odio manejado todo el tiempo por los voluntarios y las principales figuras del gobierno español.
“Las acusaciones realizadas fueron la profanación de la tumba del periodista entreguista Gonzalo de Castañón; pero cuando se revisa el código penal de la época dice que «quien indujera un acto de profanación a la memoria o a los restos físicos de alguna personalidad o institución podía recibir arresto mayor y/o multas entre 125 y mil doscientas pesetas». Aún así vemos que la culpa de los estudiantes fue sobredimensionada, y Fermín Valdés se encargó de aclarar esa inocencia”, explicó González.

 

 

En la Acera del Louvre se rinde homenaje también al capitán canario Nicolás Estévanez, quien al conocer de la muerte de los estudiantes protestó públicamente, aquel 27 de noviembre, escuchó a lo lejos las descargas de fusilería, lo que plasmó en unas notas testimoniales en las que dijo: “Perdí la serenidad al conocer los acontecimientos”. Poco tiempo después pedía la licencia absoluta del ejército.

 

 

Luego de la intervención del Director de Patrimonio de la OHCH, la Banda Nacional de Conciertos, bajo la dirección del maestro Igor Corcuera Cáceres, interpretó la marcha fúnebre en sentido recuerdo a los jóvenes. El histórico homenaje, ya tradicional en la OHCH, conmemorará el próximo año el 150 aniversario del fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina. Vale entonces el siempre merecido homenaje a la inocencia.