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Exvotos en la Biblioteca Nacional

26 de agosto de 2013

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Fotos: Alain Gutiérrez

Exvotos es sin dudas un apretado recorrido por los distintos estadios por los que ha transitado el aún joven artista quien, sin pretender armar una retrospectiva, sí se propuso mostrar obra realizada desde 1997 hasta el actual 2013. Y este es, creo, uno de los valores de la muestra porque el espectador pude constatar cómo ha ido evolucionando su propuesta pictórica y también sobre qué claves se ha movido su lenguaje representacional. Al mismo tiempo nos documenta en torno a cuáles son sus obsesiones icónicas desde los momentos iniciáticos: con Exvotos Ibrahim Mirada (Pinar del Río, 1969), deja claro que su obra es autobiográfica y autoreferencial y que, además, tiene una gran carga conceptual.

Cada una de las piezas seleccionadas está signada por una historia, anécdota o fábula; por ejemplo, Dumbo y los caramelos es una pieza realizada en Tampa, pero allí no pudo exhibirse por razones socio-políticas y según Ibrahim “no supieron entender el mensaje o lo tomaron mal y me hubiera gustado hacerla allí y no aquí. Pero me dijeron: ‘vete a Cuba y hazla que allí no hay que pagar copyright’. Verdaderamente esa no era mi intención, por lo tanto la hice aquí”.

 

Toda una vida en Pinar—serigrafía y tinta sobre lienzo (50 x 70 cm) y realizada en 2013— es una obra sumamente impactante en la que los números remarcan la intención, al tiempo que Adagio —acrílico e impresión sobre lienzo (200 x 150cm) también de 2013— es un rejuego en el que aparece la Isla como pretexto y la señalética como recurso para ubicar —por ejemplo— a Nueva York en Pinar del Río y La Habana en Santiago de Cuba… también aparecen dentro de la geografía cubana Ámsterdam, Moscú, Sao Pablo, París, Viena, Londres y Tokio. Según comentó Ibrahim Miranda en conversación informal con Habana Radio esta pieza es un “homenaje a los muchos amigos que andan dispersos por el mundo”.

 

En Ellos—acrílico, collage sobre lienzo (60 x 147 cm) de 2012-2013— y Ellas—acrílico, collage sobre lienzo (60 x 147 cm) de 2012-2013— emplea, nuevamente, la isla como ícono, pero insinúa un pez que a su vez está como en dos dimensiones.

 

Ciberspace —tinta y barniz sobre lienzo (39 x 49 cm) de 1994 y Nightmare —tinta y barniz sobre madera (60 x 75 cm) 1996, son obras sumamente sugerentes y que refrendan toda una época, todo un momento vivido.

 

Una pieza que llama mucho la atención es “Isla laboratorio o las 7 maravillas”; solamente se imprimieron cinco ejemplares en blanco y negro como prototipo o prueba del artista y formará parte de una exposición que se realizará en la ciudad norteamericana de Tampa a propósito de una celebración del Taller de Graphicstudio con el que, frecuentemente, colabora el artista.

De gran impacto es una suerte de “sección” —dentro de la propia expo— que reúne unas catorce piezas entre las que se encuentran: El sueño de William Pareto (tinta y barniz sobre lienzo,1994); Destierro al panóptico (tinta china y barniz sobre lienzo, 1995) y El odio del cielo (tinta y barniz sobre lienzo,1994) en ellas se avizora la impronta —o la estirpe— de grabador de Ibrahim y lo engañoso que puede resultar el arte cuando se hace bien: de lejos parecen grabados en madera, sensación que se refuerza con el empleo del negro y los ocres: ¡excelente el manejo de la técnica en función de un resultado creativo!

La obra de Ibrahim Miranda se encuentre en prestigiosas instituciones como el Museum of Modern Art (MoMA), New York, la NationalGallery of Art (NGA), Washington, ambas en Estados Unidos; en el Van ReekumMuseum, Appeldorn, Holanda; en el Museo de Gravura, Curitiba, Brasil, pero hoy está en La Habana para el disfrute de los que deseen acercarse a sus sugerentes propuestas porque —según sus propias palabras—“cada quien tiene su lenguaje y su manera específica de decir las cosas y respeto mucho cualquier cosmovisión. Siento mucho respeto hacia lo que me rodea”, concluye.

 

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