Ennoblecer y engrandecer a La Habana

18 de enero de 2021

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Yoel Lugones Vázquez

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Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Eusebio Leal Spengler, Oficina del Historiador de La Habana, Patrimonio, Restauración

Fotos: Alexis Rodríguez

 

 

En cierta ocasión, el Historiador de la Ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler, aseguró que la capital cubana “es una ciudad llena no ya de tradiciones y leyendas que es útil para la literatura y la poesía, es una ciudad que se honra por sus magistrados, con sus médicos, con sus letrados, con todos aquellos que contribuyeron a darle una imagen, con sus arquitectos y constructores, con sus artistas…”.

“No solo vivimos del pan”, continuó Leal, “vivimos de la belleza. Y esta es la Ciudad Maravilla, que sucedió como título al de Patrimonio de la Humanidad, llena de memorias gloriosas que no pueden ser marchitadas”.

Esta sigue siendo la premisa de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH) que, constructivamente, continúa con todos sus planes y todos sus programas dentro del Centro Histórico. Así nos los hizo saber Johana Aedo Gutiérrez, Directora de Inversiones de la OHCH, al plantear que el tema de la pandemia o la unificación monetaria no ha sido un impedimento para seguir trabajando y no parar la restauración: “Hemos retomado todos los programas, el de la vivienda, el programa social y fundamentalmente le estamos dedicando mucha atención a todo lo que tiene que ver con el kilómetro de oro y toda la parte urbana de la entrada y de las calles que conforman el propio Centro Histórico”.

El proyecto del Centro Histórico habanero de este año fundamentalmente tiene un peso importante en el tema de las viviendas. “Todas las viviendas deben ser rehabilitadas; por comentarte una, el edificio Narciso López en la Avenida del Puerto, al lado del Centro de Visitantes, es uno de los que debemos estar terminando este 2021. Pero otras obras no se han detenido como el proyecto del Convento de Santa Clara, todos los proyectos de Cooperación Internacional. También estamos en proceso de terminación de algunas obras de restauración de los museos del Centro Histórico; por ejemplo, el teatro El Arca está sufriendo una restauración capital en su museo de títeres que estará próximamente terminado en el mes de febrero. Tenemos un proyecto también en la calle Paula, un aula monográfica estará abriendo sus puertas el 28 de enero para el aniversario del natalicio de José Martí en la Casita de Martí y muchas otras también que estamos organizando”, apunta la especialista.

 

 

 

“Otro de los programas sociales – continuó – en los que estamos trabajando, y que no se han detenido, es la escuela politécnica de Monte 51. Es una escuela que debimos haber concluido para el curso escolar anterior; por causas obvias los trabajos se ralentizaron, pero este año tenemos la propuesta, junto con las viviendas, de terminar esa escuela y, además, un proyecto que le debemos a la ciudad que es la Muralla de Mar, la cual bordea toda la Avenida del Puerto y pasa frente al Seminario de San Carlos y es la entrada del Centro Histórico; también este año tenemos expectativas de terminarlo”.

 

 

La institución se ha caracterizado no solamente por hacer obras, sino también por mantener el entorno de la parte más antigua de la ciudad. Todas las fuentes, plazas, jardines, iluminación, todas estas áreas seguirán siendo restauradas. Como son lugares al aire libre, se puede trabajar manteniendo el distanciamiento social y creando todas las condiciones para la seguridad y salud de los trabajadores.

 

 

“La iluminación, que además tiene sus características en el Centro Histórico, ha sido de las más deterioradas, sobre todo la de la Avenida del Puerto y del Malecón tradicional. Recordemos que estas iluminaciones están expuestas a un ambiente muy agresivo. Actualmente no están funcionando como queremos, pero hemos adquirido, a pesar de todos los problemas financieros, una iluminación LED y estaremos próximamente y simultáneamente cambiando esta iluminación, sobre todo en el área del Malecón tradicional”, nos comenta Johana.

“Las farolas del Malecón – prosiguió – recibirán un mantenimiento cada una de ellas. Recordemos que para realizar este trabajo no puede haber mal tiempo y necesitamos de unas grúas que tenemos a nuestra disposición y ya tenemos las luminarias para ir haciendo el cambio. Venimos instalando esta tecnología desde la Avenida del Puerto, y es que priorizamos esta zona por ser la más antigua”.

 

El Malecón: el Balcón de La Habana

 

 

El Malecón tradicional es una de las zonas más visibles de la urbe porque todo habanero transita por ese lugar. Como se ha expresado, la Oficina del Historiador emprende varios programas que involucra esta zona. Según la especialista se trabaja en el programa de viviendas: “En el Malecón tradicional estamos ejecutando varias demoliciones de edificios que ya estaban totalmente colapsados para lo cual ha habido que hacer un tránsito de los vecinos, crear todas las medidas de seguridad para que esto sea posible. Estamos ejecutando también varias inversiones, una obra espectacular en Malecón 505, una obra de restauración donde ya su cúpula está totalmente renovada”.

“Hay varias viviendas de nueva creación – expresó – que estamos potenciando para que comiencen de conjunto con varias entidades; ya sean obras donde se conserva la fachada o terrenos nuevos donde vamos a hacer viviendas nuevas. Todo eso tiene un plan para arrancar este año o para continuar”.

 

 

El área del Malecón tiene 78 luminarias; solo un 29% de esas luminarias está prendiendo. Según Aedo Gutiérrez, este un tema al que se está atendiendo “pues nos hemos preparado durante un año con los recursos necesarios, con lo que hace falta para reparar esas farolas y adquirimos mediante una importación una tecnología avanzada para mantener el mismo formato de la luminaria que existe hoy actualmente”.

 

 

“Nosotros también seguimos dándole mantenimiento a la jardinería en las plazuelas o en los pequeños parques que hay en el Malecón, que sabemos que es de los entornos más agresivos porque de hecho cuando hay frente frío es muy difícil lograr el trabajo – Leal siempre insistía en que la vegetación en ese tramo debía ser del tipo más resistente a ese ambiente –. Lo mismo nos pasa con el tema de las luminarias, que son fustes que ya llevan muchos años colocadas, llevan un mantenimiento capital que necesitan un nivel de recursos, los cuales tenemos una parte en la mano – hemos adquirido una tecnología LED para esas luminarias – y venimos entonces en un proceso del parque Maceo hasta la calle Prado paulatinamente, cambiando esa tecnología en la misma luminaria que existía. No vamos a cambiar el formato de la luminaria ni la estética de la farola y nosotros iremos retirando lo que hoy está colocado para seguridad vial e iremos entonces colocando en esta tecnología, con luz cálida la nueva luminaria”, concluyó la Directora de Inversiones de la OHCH.

 

 

Siguiendo la máxima de Leal, sigue trabajando la Oficina que él dirigió durante muchos años, pues al decir del eterno Historiador, “debemos comprometernos públicamente todos a hacer lo que esté a nuestro alcance para ennoblecer y engrandecer a La Habana. No es tarea solo nuestra, es tarea de todos (…) Estoy convencido que siempre se puede hacer mucho más. Se pudo, se puede y se podrá”.