El Vedado: tradición y modernidad en la arquitectura habanera

9 de septiembre de 2021

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Yoel Lugones Vázquez

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Arquitectura, Casa del Vedado, Cuba, Ediciones Boloña, Eusebio Leal Spengler, Oficina del Historiador de La Habana, Patrimonio, Urbanismo

 

 

“El Vedado: tradición y modernidad en la arquitectura habanera”, publicado por Ediciones Boloña de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), es uno de los títulos más significativos publicados en la Isla en los últimos tiempos en cuanto a historia de la arquitectura se trata. El texto tuvo una presentación especial, realizada precisamente en la Casa del Vedado, como parte de las actividades por el aniversario 79 del natalicio del Doctor Eusebio Leal Spengler.

Conducido por Magda Resik, Directora de Comunicación de la OHCH, y con la presencia de Michael González, Director de Patrimonio de la OHCH y otros directivos y jóvenes pertenecientes a la institución, el lanzamiento de este volumen – de la autoría de la Doctora y arquitecta Madeline Menéndez, quien realizó una investigación enjundiosa y con abundantes datos, y con una visualidad fotográfica que corrió a cargo del artista del lente Néstor Martí –, ha sido posible gracias al Doctor Leal Spengler, principal impulsor siempre de que estas aproximaciones a nuestro patrimonio arquitectónico quedaran plasmadas en las páginas de un libro para que fueran fuentes de consulta una y otra vez. Así lo reconoció la Directora de Comunicación, y precisó que por este camino de registrar en papel impreso la obra rehabilitadora de la Oficina y el quehacer patrimonial que se realiza en toda la Isla seguirá Boloña, que festejará su 25 aniversario.

 

 

“Nosotros tenemos un camino bien trazado de cumplir con esa voluntad de Leal de que todo este tipo de aportaciones a la recuperación de la memoria y a la valoración de los bienes patrimoniales, especialmente en el área arquitectónica y urbanística, debemos preservarlas y legarlas a las nuevas generaciones. Esta era una obsesión de Leal, porque para él hasta lo más elemental y doméstico debía tener un espacio dentro de aquello que seamos capaces de preservar (…) Boloña seguirá en su compromiso de salvar todo este legado, seguirá con su compromiso con Leal, y creo que estando hoy aquí estamos cumpliendo con nuestro padre fundador”, aseveró Resik.

 

 

Para la autora del libro, hubo elementos esenciales que quiso destacar en su investigación. Entre ellos, que el Vedado posee una calidad increíble de la espacialidad, de los detalles; además, que el reparto posee una arquitectura de elegancia, con buen gusto, siempre incorporándose a la modernidad. Uno de los recuerdos más emotivos para ella fue precisamente la llamada que le realizara el Historiador de la Ciudad para felicitarla por el texto al tenerlo en sus manos y la instó a seguir trabajando en investigaciones similares.

 

 

Como bien expresó, esta obra contribuye a una comprensión más cabal de los valores extraordinarios del barrio de El Vedado, un patrón de ciudad verde, donde la biodiversidad es posible unido a la funcionalidad gracias a la amabilidad del urbanismo.

El Vedado – como han apuntado varios especialistas – tiene las regulaciones urbanísticas mejores de toda Cuba, y su urbanización está pensada con un científico criterio ambientalista contemporáneo. En este espacio confluyen diversos estilos arquitectónicos, además de ser un lugar de transitividad constante, donde de un punto a otro se puede uno trasladar caminando y disfrutando de las sombras, de las casas, de los jardines. Este libro debe contribuir a fortalecer la sensibilidad de los ciudadanos y las instituciones, para evitar que se siga deteriorando y dañando esta zona de la capital cubana.

 

 

El volumen “nos conduce por un análisis de sus casas residenciales menos estudiadas con anterioridad, y siempre desde la perspectiva de subrayar que El Vedado exhibe y mantiene los paradigmas de la cultura urbana habanera atravesadas desde lo tradicional hasta lo más moderno en una panorámica histórica que sorprende por su representatividad”. Así ha expresado el crítico Rafael Acosta de Arriba, quien también ha afirmado que el libro “va recorriendo cronológicamente el análisis de la arquitectura que fue definiendo a El Vedado como lo que llegó a ser hace mucho tiempo y hoy es, un lugar con una personalidad propia, albergue de los más disímiles estilos arquitectónicos y digno de los más exigentes estudios, como este. A su vez, los testimonios recogidos y citados y la mención de algunos de los residentes de varias de estas casas entremezclan lo arquitectónico y urbanístico con hechos históricos y sociales, y de la cultura, que marcaron hitos en el devenir de la ciudad y, en ocasiones, del país”.

 

 

Un gran aporte sin dudas son las fotografías. “La combinación de algunas antiguas en blanco y negro con las imágenes tomadas por Néstor Martí, dan la dimensión exacta del cambio de épocas y nos hablan también de su evolución y situación en el presente. Es considerable el número de estas edificaciones que han resistido la erosión del tiempo y la falta de las debidas restauraciones, ausentes como se conoce por muchos años y contra la que sus inquilinos han tenido que batallar para preservarlas”, apunta Acosta de Arriba.

 

 

La Dra. Menéndez imparte clases en el Colegio Universitario de San Gerónimo de La Habana como profesora titular y ha recibido numerosos reconocimientos por sus investigaciones sobre el urbanismo de distintas zonas de la capital. Resalta en su introducción que el libro abre puertas y ventanas a nuevas investigaciones, por lo que no se plantea el agotamiento de su objeto de estudio. Por su parte, Néstor Martí es licenciado en Historia del Arte y fotógrafo de la Oficina del Historiador de La Habana desde hace unas dos décadas.

 

 

No fue fortuito que este libro fuera presentado en la Casa del Vedado, uno de los proyectos que defendió el Doctor Eusebio Leal Spengler con mucho empeño. Este espacio – por el cual se realizó un recorrido al final de la jornada – fue intervenido por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana en el 2007, y el rescate arquitectónico fue realizado por el Grupo de Rehabilitación del Malecón y el diseño de ambientación por el arquitecto Severino Rodríguez y la licenciada Margarita Suárez. La residencia ha sido ambientada como si en ella habitara una familia; por eso su diseño no responde al clásico museo que muestra sus objetos en vitrinas, sino a la manera en que sus dueños harían uso de ellos en su desempeño cotidiano.

 

 

La propuesta de la Casa no es museográfica. Es una vivienda ambientada que recrea los nuevos códigos arquitectónicos que se fueron incorporando en el Vedado en la década del ´20 del pasado siglo: ese eclecticismo de ascendencia europea que tienen muchas de las construcciones de la zona. De esta forma, para recrear la época de su construcción se colocó el mobiliario apropiado en cada uno de sus espacios, sobresaliendo el juego de cuarto art nouveau en la habitación matrimonial, y acompañados de objetos decorativos de gran valor artístico, como porcelanas, opalinas y biscuit; bronces y plata, y junto a estos, obras pictóricas de relevantes autores como Esteban Valderrama y Aldo Gamba, y otros como Antonio Wapon, José A. Bencomo Mena, Ramón Loy y Juan Gil García.