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El racismo y la Cuba de hoy: generar más que cambios culturales, intersubjetivos y personales (II)

9 de abril de 2021

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Con Geydis Fundora Nevot, especialista en temas de desigualdad y políticas sociales, continuamos conversando sobre los modos de racismo en nuestro país.

En el ámbito cultural y subjetivo se manifiesta de las maneras más evidentes. No obstante, a nivel estadístico de estudios demográficos y sociológicos también hay indicadores que sitúan al racismo más allá de lo subjetivo y visibilizan varios puntos pendientes.

 

Voy a partir de dos propuestas: un estudio que realizó el Centro de Población y Desarrollo de la ONEI, a partir del análisis del Censo del 2012, que luego publicaron en 2016 y que refleja la menor presencia que han tenido la población negra y mestiza entre los sectores más exitosos dentro del cuentapropismo, dentro de las empresas mixtas y extranjeras. También la sobrerrepresentación que tienen personas negras y mestizas en espacios de viviendas más deplorables como las ciudadelas, como los solares, los que realmente tienen peores condiciones en materia de ventilación, servicios básicos, de hacinamiento.

La otra es una investigación, que recién acabamos de sacar en una colección que se llama “Tensión y complicidad entre las desigualdades y políticas sociales”, donde hicimos una revisión de todas las investigaciones sobre desigualdad realizadas en Cuba entre 2008 y 2018. Cuando empezamos a hacer un análisis interseccional, nos referimos a cuando se cruzan diferentes desigualdades que hacen que una persona viva situaciones de doble o triple desventaja, o de doble o triple discriminación, nos salieron como personas más afectadas durante toda esa década –incluso a partir del propio impacto de las políticas y no solamente de los fenómenos que se dan a nivel de organización del mercado laboral, a nivel de vida cotidiana–, las mujeres rurales, las mujeres migrantes y la mujeres negras, y dentro de las mujeres negras, justamente las jefas de hogar, mujeres al frente de hogares monoparentales, con mayor cantidad de hijos o hijas, con menores niveles educativos. Las mujeres negras como uno de los grupos con mayores condiciones de desventaja, pero no cualquier tipo mujer negra, sino las mujeres negras con menor capital cultural, que han transitado por menos espacios de enseñanza, nos solo nos referimos a enseñanza formal, sino también al acceso a cursos de idiomas, a la formación profesional, a la gerencia. No es lo mismo si uno nació en una familia que desde pequeño te ha inculcado que estudies diferentes idiomas, que aprendas instrumentos musicales, que te han hecho partícipe de diferentes espacios de consumo cultural, todo eso forma parte del capital cultural y se ha demostrado que mujeres negras con menor capital de este tipo, pero también no han sido herederas de un auto, de una casa, ni tan siquiera de muebles. Sí se reconoce que con el Triunfo de la Revolución estás familias accedieron por lo menos a una vivienda propia, por supuesto, viviendas que no tienen las mejores condiciones actualmente por la falta de capital económico para poderla reparar y mantener.

¿Por qué entonces en las estadísticas aparecen más vinculadas las personas negras a más hechos delictivos, a los fenómenos de la pobreza? Justamente tiene que ver con los cambios estructurales que se dieron, lo que se llama “movilidad ascendente”, un cierto mejoramiento de la posición social a partir de que si antes eras una persona sin ingreso ninguno o con un trabajito temporal completamente desprotegido, sin protección de asistencia social, que si acaso tenías un sexto grado y a lo mejor tampoco tenías una vivienda propia; por supuesto, con la Revolución cubana sí se reconoce que al menos ya eres propietario(a) de una vivienda, que tus hijos(as) por lo menos van a la escuela, se da esa movilidad ascendente a nivel generacional, a lo mejor en la generación de mi abuela no, pero hijos(as) sí lograron llegar al universidad. Pero cuando llegan crisis como la de los 90, reordenamientos económicos como los que vivimos ahora, donde se va a ampliar la posibilidad de desarrollar una pequeña o mediana empresa, la posibilidad de desarrollar una cooperativa y nos preguntamos con qué activos cuenta esta población ya sea herencia o no para poder participar en esas nuevas oportunidades.

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Si bien se logró movilidad ascendente en vivienda, educación, acceso a servicios de salud, acceso a servicios culturales, esa estructura de oportunidades no fue aprovechada durante toda esta década de la misma manera por unos segmentos relacionales respecto a otros. Y luego cuando vienen momentos de crisis y de reformas como la que hemos estado viviendo desde los años noventa, pues vuelve de nuevo a repetirse el mismo patrón, quienes van a aprovechar mejor estas oportunidades son las personas que han sido herederos de determinados capitales.

En la Comisión cubana hay un nuevo Decreto Ley donde se da la posibilidad de entrega de tierras en usufructo, la pregunta es, por qué mucha población negra que hoy trabaja de manera informal o subdeclarada para personas blancas propietarios de extensiones de tierras en algunas zonas de Cuba, ¿por qué no piden tierras en usufructo? Ahí viene entonces el tema de los cambios subjetivo, los cambios personales, el problema del capital cultural, o sea, si yo nunca me he sido propietario, si no tengo una cultura de tener una cuenta de banco, si no tengo una cultura de una gestión económica, si no heredé por mi familia, no me crié en un espacio de socialización y planificación económica familiar, si esas herramientas no me fueron brindadas en ese espacio vital, si en ese espacio privado no trabajamos cultura jurídica, podrán aparecer todas las oportunidades del mundo, que estas poblaciones van a seguir llegando más tarde a estas oportunidades, las van a aprovechar menos y se van a insertar desde posiciones subordinadas que luego reproducen la pobreza, que luego reproducen la marginalidad.

Hay una pregunta de una profesora nuestra con el tema de la Covid-19 y las colas, ¿a quién le gusta hacer colas?, y por qué una sobrerrepresentación de mujeres negras en colas y en todo este mercado informal. Qué condiciones económicas hicieron que estas personas tengan esto como estrategia de vida, hasta dónde la forma en que está desarrollada la política va a permitir que estas personas superen estas estrategias de sobrevivencia, de estar en el mercado informal, de estar en esa economía paralela y transiten a la formalización del trabajo, condicionen la seguridad social, a tener cuentas de ahorro, todo eso lleva un cambio cultural importantísimo que no se logra solo.

 

Realmente el tema del racismo está siendo atendido con interés en la Agenda 20-30. En este sentido, ¿cuáles serían estos nuevos cambios estructurales que podrían acompañar estos cambios desde el punto de vista intersubjetivo, cultural, personal que necesita el país para realmente superar este asunto?

 

Creo que en muchos espacios se está hablando sobre el tema, pero creo que este paso de una Comisión Gubernamental para atender la discriminación racial y el racismo es un paso súper importante. La construcción de un programa ya te da una dimensión más aterrizada de la política, no se queda solo en expresión de voluntad, sino también en indicadores, variables concretas, metas concretas, ámbitos de acción concretos. Nos está hablando de que estamos en un nuevo momento, estamos en un espacio muy rico de diálogo entre la academia y la política donde estos resultados que en algún momento estuvieron engavetados, que hablaban de pobreza, de vulnerabilidad, de desventaja social, eran mal vistos o mal interpretados, no se quedan en un diagnóstico.

También estamos trabajando ahora en una propuesta de políticas de servicios sociales comunitarios para atender situaciones de vulnerabilidad social, estamos en varios espacios colocando sobre la mesa esta situación y además integrando muchas de estas propuestas con otros elementos novedosos. En el plano de la educación, la enseñanza de la historia y todo el tema del blanqueamiento de los libros de historia de Cuba, las figuras de hombres y mujeres mestizas esta sub-representada, entonces hay todo un reclamo de otras formas de enseñar la historia de Cuba y de reivindicar este tipo de elementos. ¿Cómo educar a la población desde el punto de vista jurídico para que sepan qué derechos tienen y cómo reclamarlos cuando se dan distintas situaciones de racismo y discriminación racial? Todo lo que hay que hacer en campañas de bien público, de sensibilización para trabajar esa transformación simbólica desde el lenguaje cotidiano, los chistes, los imaginarios, la representación de personas negras y mestizas en los medios de comunicación. El reconocimiento y la participación de una sociedad civil más enriquecida a partir de muchas expresiones que han estado surgiendo y reconocerlas también como espacios legítimos que contribuyen a cambiar esos imaginarios y a cambiar la subjetividad social.

Estamos haciendo un llamado al tema de la salud, hay diferencias en morbilidad y mortalidad entre las personas negras y mestizas y las personas blancas en Cuba, los estudios de higiene y epidemiologia lo demuestran; hay formas diferentes en el cuidado de la salud, en la exposición a factores de riesgos, incluso las mujeres negras están sobrerrepresentadas en la mortalidad materna y está demostrado. Eso implica que a la hora de pensarse las políticas de la salud, las políticas de promoción y prevención en el ámbito de la salud hay que mirarlo de forma diferenciada, también hay determinadas enfermedades que están asociadas a determinados trabajos, las enfermedades relacionadas con el senderismo están mucho más relacionadas en poblaciones blancas que negras y eso tiene que ver con los puestos de trabajo que ocupan personas negras o blancas. La sobreexposición al alcoholismo está a veces más representada en los hombres negros que otro tipo de segmentos poblacionales.

Se están habilitando nuevas oportunidades económicas, en la agricultura se están desarrollando estrategias para la elaboración de alimentos, para que se conviertan en exportadores, cuántas van a ser personas negras y mestizas; a pesar que sabemos que muchas que viven en el oriente del país han migrado para zonas como Mayabeque o Artemisa, y están insertadas en posiciones subordinadas, de trabajo informal, desprotegidos, cuántas van a participar de estas nuevas oportunidades que se habilitan. Si se vuelve a repensar el trabajo social en Cuba, también debería trabajar, no solamente asistir a personas que están en condición de vulnerabilidad, sino también acompañar personas que hoy están en situación de vulnerabilidad y que podrían transitar a otro tipo de situación si llevan ese acompañamiento a desarrollar esa cultura crediticia, una cultura bancaria diferente, una cultura del trabajo, la cultura de colaborar en mi seguridad social, para el día que tenga una enfermedad o sea adulto mayor tenga derecho a una pensión, hasta ese elemento implica un cambio cultural.

Creo que hay muchísimo trabajo por hacer, pero se están abriendo, todos estos frentes de trabajo y estas líneas de acción como elementos prioritarios para atender este fenómeno de manera integral y no solamente mirar el racismo como un problema cultural-ideológico-simbólico, sino también la base material que hace que se reproduzca ese racismo.

 

Hay racistas y antirracistas, en la realidad concreta que vive Cuba hoy, ¿qué no podríamos perder de vista?

 

Imagen tomada de Cubasí

Imagen tomada de Cubasí

 

Estamos en un momento de construcción de consenso en torno a cuáles serían las líneas estratégicas para abordar desde las políticas públicas y el trabajo social comunitario estas temáticas que generan desigualdad, discriminación y que distan a la sociedad que aspiramos, que es una sociedad con equidad y justicia social. Es importante entender que el racismo no es una cuestión de negros contra blancos, el racismo es una cuestión de personas que defienden una sociedad más justa, equitativa y que no tiene cabida el machismo, ni el racismo, y personas que reproducen y legitiman el racismo día a día en su pensamiento y en su práctica, y que dentro de ese grupo que es al que no aspiramos, se encuentran negros y blancos.

El racismo es un sistema que ha transcendido generaciones y que por lo tanto necesita de personas que día a día lo reproduzcan, como mismo el machismo es reproducido tanto por mujeres y hombres, el racismo es reproducido tanto por personas blancas como por personas negras, y cualquier conducta discriminatoria es una conducta que se debe eliminar, por lo tanto la persona blanca que discrimina a la negra, como la negra que discrimina a la blanca o discrimina a otros negros, no es el modelo al que aspiramos, sino que se construya un tipo de relación, un tipo de sociedad con relaciones sociales donde no hayan personas que intenten ejercer el poder sobre otras, que no hayan personas que intenten dominar obre otras y para eso se basa en un discurso del color, donde no hayan personas que intenten construir una relación de interiorización y superiorización de subordinación y dominación a partir del criterio que tengan que ver con el color de la piel o que tengan que ver con el fenotipo.

Estamos hablando de la construcción de otro tipo de relación social, esto es un tema donde hay disenso, y el disenso y el conflicto entre diferentes corrientes ha hecho que el tema haya sido mal tratado y haya conducido al fracaso durante muchas generaciones y conducido al silencio. En otros muchos países ha fragmentado movimientos sociales que pierden de vista a qué nos estamos enfrentando, lo que estamos enfrentando es un sistema de dominación múltiple, donde hay machismo, racismo, elitismo, capitalismo, y ese es el objetivo a transformar y eso implica construir una sociedad diferente, una sociedad con personas que en su vida cotidiana no necesiten discriminar, subordinar, ni inferiorizar para sentirse bien, para ser felices y para tener prosperidad.

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