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El Premio que Cuba también celebra

12 de febrero de 2014

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Con regocijo el público cubano recibió la noticia: El filme venezolano “Azul y no tan rosa” era merecedor del muy ansiado Premio Goya a la mejor cinta hispanoamericana, imponiéndose ante filmes como “La Jaula de Oro”, de Diego Quemada-Díez; “Gloria”, de Sebastián Lelio; y “Wakolda”, de Lucía Puenzo.

Miguel Ferrari director junto a Guillermo García actor del film Azul peno no tan rosa foto de Alexis Rodríguez

Miguel Ferrari director junto a Guillermo García actor del film Azul peno no tan rosa / Foto de Alexis Rodríguez

Se veía venir. Si bien la película no gozó del beneplácito total del jurado en el Festival del Nuevo Cine latinoamericano en La Habana (increíblemente-y a pesar de la acogida del público-tampoco mereció el Premio de la Popularidad) demostró la calidad de sus actuaciones, el tratamiento del tema gay desde otro punto de vista, entre tantos elementos. Venezuela celebra el triunfo cinematográfico y la Perla de las Antillas también aplaude con fuerza.
Durante su estancia en la capital cubana, su director Miguel Ferrari y el actor Guillermo García compartieron con Habana Radio y aquí ofrecemos sus opiniones sobre “Azul y no tan rosa” que es ya Premio Goya.

 

Guillermo García. Actor.
Sobre la película cuéntame ¿cómo calificas tu participación en ella?
Mira, Azul… ha sido lo mejor que ha pasado en mi vida. Te entretiene, te conmueve y te hace cambiar de perspectiva. Trata temas como la homosexualidad, la homofobia, la inseguridad de los adolescentes… Te cuento algo que me pasó: Yo no sé cuánto pese un Oscar, un Goya o cualquier premio de un festival, pero yo recuerdo a un chico que llegó a Caracas, estábamos en un conversatorio sobre el filme. El joven se nos acercó y nos dijo: “Gracias a su película mi mamá me abrazó.
Soy gay y llevaba 7 años de mi vida sin abrazar a mi madre”. Ahí puedes entender la importancia de lo que has hecho.
¿Cuánto hay del personaje en ti y viceversa?
Siempre los personajes tienen mucho de uno y en ocasiones se nos queda mucho de ellos. Yo trato de involucrarme en la escena y decir la verdad. El cine te capta todas las mentiras.

 

Completamente satisfecho…
Seguro. Con Azul… he hecho un viaje increíble. Es la única película que he visto más de dos veces. Se me olvida que el hombre que está en pantalla se parece a mí. Todo eso se lo agradezco a la excelente dirección de Miguel Ferrari.

 

Miguel Ferrari. Director del filme

 

¿Por qué iniciar con un tema muchas veces tratado y, a la vez, imprimirle una mirada diferente?
Me preocupaba que en Venezuela no se hablara de ciertos temas por muchos prejuicios, tabúes que todavía rodean a la sociedad venezolana. El tema de la homosexualidad era, prácticamente, ignorado. Y digo “era”, porque a través de la película se está hablando mucho y más abierto en los medios de comunicación. Cuando se mostraban en series de televisión o en películas a un homosexual, se proyectaba la imagen siempre de una manera humillante y descalificadora, donde pasaba a ser la mariquita con plumas y graciosa. Entonces… (Se ríe) quise dar un primer paso y aportar un pequeño grano de arena para que se comenzara a hablar de estas cosas y, afortunadamente, la reacción ha sido positiva. Se abren debates y eso es lo que deseaba.
Es el filme, entonces, ¿una denuncia contra la homofobia?
No solo contra eso, sino contra la intolerancia, contra la gente que no acepta que otros tengan ideas diferentes o que tengan posiciones distintas. Vivimos en una sociedad diversa y en un mundo multicolor y no monocromático.
¿Qué te impulsó a “saltar” de la actuación a la dirección?
Bueno, mira, yo me fui a estudiar dirección de cine a Madrid hace quince años. Estaba inquieto en Venezuela, no se hacía casi cine y mucho no me gustaba. Entonces me dije: esperaré por un proyecto interesante, hasta que llegue. Soy una persona súper inquieta… Me preocupé por aprender en España, desarrollé mi carrera de actor hasta que llegó mi primer filme y aquí estoy. (Se ríe).
¿Acertado el paso?
Fue una buena decisión haber parado mi carrera en la actuación, pero si no te arriesgas… La valentía siempre es quien premia.
El éxito de Azul… te obliga a superar con creces el próximo proyecto. ¿Qué harás para eso?
Mira, las segundas películas son las más difíciles y es verdad. Ahora mismo lo estoy viviendo en carne propia. Sí, es complicado. Uno tiene que hacer un gran ejercicio de abstracción y olvidarse completamente de la primera película y lo que pasó con ella. Hasta de las fórmulas que utilizaste para conectar con el público. Mi línea será igual: ofrecerle al espectador algo que le sorprenda.
Habrá comparaciones…
Siempre son odiosas, pero… La idea es básicamente que se sorprendan. Lo que te puedo adelantar es que la película no va a dejar indiferente a nadie como Azul… Va a tocar temas universales que sean inherentes al ser humano. El tema central es el amor en sus diferentes formas.
Es un filme que atrae mucho al público…
Para eso la hice. Para conectar con el público y eso es lo que ha pasado.

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