Ecos de Bayamo

1 de noviembre de 2018

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Artes plásticas, Bayamo, Cuba, Cultura

Por: Estrella Díaz y Alexis Rodríguez

 

 

Las artes visuales no solo estuvieron presentes en la recién concluida Fiesta de la Cubanía —efectuada en la Ciudad de Bayamo, en la oriental provincia de Granma—, sino que ostentaron un gran peso porque involucró a relevantes creadores, entre ellos, Flora Fong, Kamyl Bullaudy, Gólgota y Wilfredo Díaz.

El equipo especial que dio cobertura a la festividad conversó, en exclusiva, con los cuatro artistas quienes coincidieron en afirmar el gran privilegio que constituyó para ellos“el estar en Bayamo”, sobre todo, cuando se cumplieron 150 años de ser entonado, por vez primera, el Himno Nacional cubano.

 

 

La reconocida pintora y dibujante Flora Fong, expuso en el Centro Provincial de Arte una muestra titulada Ciclones en el tiempo y presentó una multimedia (Flora Fong: siglo XXI), que atesora gran parte de su quehacer desde sus primeros momentos como creadora, hasta el presente 2018.

 

 

Según aseveró la Fong en la multimedia “se aprecia la insularidad y el sincretismo cultural presente” en toda su obra que tiene que ver con la cubanía desde el punto de vista de una visualidad muy abarcadora: “aparecen todas las obras en su colorido, seriadas, y de diferentes momentos de mi trabajo hasta la actualidad. En esta multimedia también se hace un recorrido internacional que ha quedado en la memoria histórica de lo que es mi trabajo, y que pueda servir, también, para la enseñanza en las escuelas de arte y en los diferentes museos de la Isla”.

 

 

En relación con Ciclones en el tiempo, enfatizó que esos eventos meteorológicos la han conmovido por el drama que implica: “todo eso está en mi memoria, en la forma de ver y sentir el viento, el agua y las fuerzas de los vientos huracanados y llevados de mi mano por mi brocha de forma gestual. Hay mucho sincretismo de la mirada mía desde un ángulo de lo oriental y otro desde lo puramente caribeño”.

 

 

Flora Fong igualmente presentó varia obras serigráficas y su recorrido por el grabado a partir de linóleos y litografías que incluyen sus peculiares paisajes y otras piezas en las que se recrean sus espectaculares cafeteras, así como sus singulares papalotes: “hay una pieza que se llama Torito y que estuvo guardada desde el año 1979 y que atesoré por años. Recién se hizo la impresión y tengo que reconocer que mi hija me ayudó mucho en este rescate”, concluyó.

 

 

Por su parte el también pintor y dibujante Gólgota estuvo en la Fiesta de la Cubanía con una muestra titulada Claustros de mármol, que se basa en la reconstrucción de las imágenes de próceres. Son treinta y tres retratos (de 8 x 10 centímetros), es decir son miniaturas al óleo sobre cartón manufacturado, que es como una especie de reconstrucción real”.

 

 

Apuntó Gólgota que esos retratos los realizó a partir de descripciones y grabados antiguos: “no obstante, hay algunos retratos que se han perdido”—como el de Máximo Gómez cuando era sargento—por lo que tuvo que realizar una profunda investigación: “el retrato de Pedro (Percuho) Figueredo que está incluido en la exposición —enfatizó— es una de las desmitificaciones de la historia porque cuando uno aprecia la representación pictórica de Perucho casi todas las imágenes son de un viejito, cuando en realidad Figueredo era un hombre de armas, de equitación, de esgrima y, por lo tanto un hombre muy fuerte físicamente. No hay falsedad, lo que sucede es que Figueredo enferma cuando tiene que dejar todo, su casa, sus comodidades, sus bienes y se va a la manigua. De la miseria que tiene que enfrentar, enferma y se destruye, incluso, cuando lo apresan está casi al morir y esa es la imagen que nos llega. Pero él era un hombre de combate y de romances y esa parte me interesa mucho”, concluyó.

 

 

El también pintor, dibujante y escultor Kamyl Bullaudy fue a Bayamo con una muestra personal titulada La patria os contempla, que puede verse en el Museo Provincial; según expresó, es una propuesta instalativa y muy conceptual a la que dedicó más de año y medio de trabajo: “voy conjugando muchos sitios y hechos históricos con elementos cotidianos y, a primera vista, las personas suelen dibujar una sonrisa en sus rostros, pero la verdadera intención es llamarlos a la reflexión y demostrarle a la gente que la historia es algo vivo y que se escribe día a día y que hay que contarla empleando las nuevas tecnología”.

 

 

Subrayó que, por ejemplo, hay una pieza que es “un machete con un cargador de teléfono y se llama Carga al machete; la primera reacción del público es reírse. Pero, el concepto esta dado en que somos los mambises del siglo XXI y los machetes que tenemos hoy son las nuevas tecnologías poseedoras que un gran alcance y que llegan a muchas personas”. Reconoció que la museografía le dio “mucho trabajo” porque armar todo ese arsenal de ideas es complejo: “es una de las exposiciones que más esfuerzo ha requerido, pero creo que el público lo agradeció mucho. Estoy contento porque es una muestra que habla de la historia, pero narrada desde otra arista y debe ser atractiva; ese es un aspecto importante porque es la manera de llegar a los jóvenes”, enfatizó.

 

 

El artista bayamés Wilfredo Díaz propuso una retrospectiva —montada en la sede de la filial bayamesa de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC— que agrupa dibujos y técnica mixta realizados en papel o cartulina: “Bayamo es un icono y forma parte mi vida; he tenido la posibilidad de vivir en otros lugares y he visitado muchos países, pero siempre digo ‘soy bayamés y morir siendo bayamés’. Mi obra quiero dejarla a mi pueblo, que me quiere mucho”.

 

 

Wilfredo Díaz tiene varias esculturas emplazadas en la ciudad de Bayamo al igual que en la occidental Matanzas y la oriental Santiago de Cuba; además fue colaborador cercano del reconocido escultor José Delarra—ya fallecido— junto al que concibió la Plaza de la Patria y el monumento a José Martí, el Héroe Nacional Cubano, que está emplazado en la rotonda que da acceso a Bayamo entre otras que tienen un carácter más experimental.